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El fiscal eleva a dos años la petición de cárcel a Guillermo Reyes, José Luis Mena y María Jesús Santana por acoso

Guilermo Reyes, María Jesús Santana y José Luis Mena, en una imagen de archivo. (CIRENIA VICO)

EFE

Las Palmas de Gran Canaria —

La Fiscalía ha elevado este viernes de año y medio a dos años de cárcel la condena que solicita para el exedil de Urbanismo de Telde (Gran Canaria), Guillermo Reyes, y los exjefes de servicio José Luis Mena y María Jesús Santana por un presunto delito de acoso laboral a un funcionario municipal.

El Ministerio Público ha solicitado también penas de inhabilitación de tres años para cada uno al entender que cometieron delito grave de acoso laboral continuado al denunciante, del que se derivaron diversas patologías físicas y psicológicas.

En líneas similares se ha manifestado el abogado de la acusación particular, que ha aumentado su solicitud de cárcel para los procesados, pasando de año y medio a dos años y medio, al entender que atentaron contra la integridad moral de su defendido, el funcionario Raúl Santana.

En la segunda y última jornada del juicio que se sigue en el Juzgado de lo Penal número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, el abogado que representa como acusación al denunciante ha defendido que “el responsable máximo” del presunto acoso laboral contra Santana fue Guillermo Reyes y ha abogado por que “los políticos que comentan delitos paguen por sus acciones”.

En sus conclusiones finales, este letrado ha precisado que su defendido “no tiene ningún interés en que entren en prisión ninguno de los imputados, pero sí en que se les inhabilite”.

Los abogados de la defensa, por su parte, han alegado que los hechos están prescritos y que no hay pruebas incriminatorias para sancionar a Guillermo Reyes, José Luis Mena, y María Jesús Santana, motivo por el que han solicitado la libre absolución de los tres.

Además, han manifestado que Raúl Santana “faltó a la verdad” en varios hechos en la declaración que prestó ayer como testigo y contradijo algunas de sus afirmaciones durante la instrucción.

Tras los alegatos de los representantes de los acusados, tanto el exconcejal como los exjefes de Urbanismo del Ayuntamiento de Telde han declinado hacer uso de su derecho a la última palabra.

El procedimiento ha quedado visto para sentencia este viernes, tras declarar hoy un gran número de testigos y peritos, entre ellos el psiquiatra Ángel Trujillo, quien ha asegurado que el denunciante sufrió acoso laboral, como indican los test que le realizó.

“Los test dieron que Raúl Santana sí fue sometido a acoso”, ha defendido el doctor, quien ha manifestado a preguntas de la defensa que al denunciante “no le han quedado secuelas” y que, a su juicio, su trastorno es de carácter leve.

El jefe de servicio de Personal en el momento en el que se produjeron los hechos (2003-2004), Francisco Martín, ha asegurado que los concejales eran los responsables de solicitar los traslados, y que a él se le había pedido el traslado específico de Santana al área de Ordenación del Territorio.

En relación a los escritos de quejas formulados por el denunciante, Martín ha manifestado que él los remitió a la jefatura de servicio de Urbanismo, la competente para resolver el tema de falta de medios y materiales, y al no recibir respuesta dio por entendido que el asunto se había resuelto.

Por su parte, otros testigos que trabajaron con Raúl Santana en la Concejalía de Medio Ambiente en la calle León y Castillo, a la que había sido trasladado desde la Gerencia de Jinámar, han señalado que el funcionario se negaba a realizar algunas funciones y que su integración en el departamento era “cero”.

Aunque han reconocido que faltaba material y medios para poder trabajar porque estaban inaugurando un nuevo edificio, han defendido que todo el material que había, entre ellos un solo ordenador, se compartía entre todos y que la limitación de recursos no afectó a ningún otro empleado a la hora de desempeñar su función.

El excoordinador de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Telde Antonio Alemán ha testificado que la actitud de Raúl Santana “no era colaborativa” y que se negó a hacer un censo que le encargó.

Alemán ha reconocido que, en su área, el funcionario trabajó en una mesa que era un tablero con dos burras, pero que le cambió cuando empezó a llegar material y medios a la Concejalía de Medio Ambiente.

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