Una inundación de aguas fecales obliga al desalojo de un centro de atención social

Una filtración de aguas fecales ha obligado a cerrar este lunes de forma urgente la Unidad de Trabajo Social (UTS) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en el barrio de Ofra, y al traslado de los diez trabajadores que prestaban sus servicios en esas dependencias a la sede de Instituto Municipal de Atención Social (IMAS).

La filtración, que a la vista de las imágenes podría calificarse de “inundación”, se produjo por la obturación de una alcantarilla (por vertido de pañales, compresas, papeles, plásticos?), que impidió la salida normal de las aguas negras, hasta que se taponaron en los pisos superiores del inmueble donde se haya la UTS, que quedó con los suelos empapados de porquería.

La avería fue detectada el pasado viernes, cuando los trabajadores denunciaron a los delegados sindicales de Prevención de Riesgos Laborales los malos olores y los charcos que empezaban a asomar, olores que, tanto ellos como los ciudadanos citados para ser atendidos, habían soportado toda la mañana, pero la única solución que se ofreció desde el departamento de mantenimiento del Ayuntamiento fue la de realizar un acanalamiento y cubrirlo con arena y cemento, para que “en caso de crecimiento del canal”, las aguas se dirigieran hacia la calle?justo hacia la puerta de entrada.

Tras permanecer el centro 48 horas cerrado por el descanso de fin de semana, este lunes se hizo ya imposible la posibilidad de trabajar en el lugar. Las filtraciones de pisos superiores continuaron y cuando uno de los delegados de Prevención, Álvaro Felipe Hernández, llegó al lugar, se encontró a los trabajadores y a una decena de usuarios en la puerta, con pañuelos en la nariz y la boca, mientras una de las empleadas intentaba mitigar la pestilencia quemando incienso, según explicó a CANARIAS AHORA este representante sindical.

Los trabajadores fueron trasladados a la sede del IMAS sobre las diez de la mañana (el Ayuntamiento afirma que el desalojo se produjo a las ocho y media), después de que el delegado exigiera a la directora general de Recursos Humanos, Nieves Pérez Marichal, el cierre del centro por riesgo para la salud, decisión que no se había adoptado y que posteriormente ordenó la gerencia del Instituto.

Un “mar” de pis en todas las dependencias

En la Unidad de Trabajo Social se atienden demandas sociales de los vecinos de una zona, en este caso un barrio humilde, desde la prevención de riesgo hasta la gestión de prestaciones de emergencia social. En la UTS cerrada provisionalmente se atienden a diario a decenas de personas.

Las imágenes hablan por si solas. No solo había orines y otros restos orgánicos en la sala de espera para los reclamantes de ayudas o programas de intervenciones sociales básicas, sino también en la zona de archivos y en el resto de las dependencias.

Operarios de mantenimiento procedieron durante toda la mañana de este lunes a desatascar la alcantarilla, tras lo que falta solucionar la rotura de la tubería de bajante y acondicionar la UTS, que no se abrirá al público hasta que se restablezcan las condiciones sanitarias necesarias.

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