La autopsia de Olivia, la mayor de las hermanas asesinadas por su padre en Tenerife, confirma que murió por asfixia
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Santa Cruz de Tenerife registró en pasados días el informe médico forense definitivo de la autopsia realizada a la niña Olivia G.Z., la menor de seis años cuyo cuerpo fue hallado en el fondo del mar el 10 de junio de 2021 por el buque oceanográfico Ángeles Alvariño.
El peritaje concluye que la niña falleció de “muerte violenta”, de etiología médico legal homicida, siendo la causa fundamental de ésta “compatible con una asfixia mecánica por sofocación” y la causa inmediata o última “compatible con un edema agudo de pulmón”.
La data de la muerte de la niña se sitúa entre las 19.54 y las 21.00 horas del 27 de abril de 2021, el mismo día de la desaparición de las dos hermanas, supuestamente asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, en la actualidad desaparecido.
Los análisis de sangre, líquido pericárdico y contenido gástrico realizados por los laboratorios forenses en muestras orgánicas de la pequeña no detectaron presencia alguna de sustancias de interés toxicológico.
Cronología del caso de violencia vicaria que marcó a España
Martes, 27 de abril de 2021. Tomás Gimeno tenía que haber devuelto a las pequeñas, pero, tras mantener varias conversaciones con la madre, le advirtió de que no las volvería a ver ni a él tampoco. Horas antes, un vigilante del puerto vio cómo sacó de su vehículo y cargó en la embarcación, que tiene un pequeño camarote, bolsos, maletas y bolsas de ropa. Tuvo que realizar tres viajes.
Antes de que se le perdiera el rastro definitivamente, el padre de las niñas regresó a tierra después de una incursión en el mar de una hora y media aproximadamente, y fue con su vehículo a una gasolinera cercana al puerto a comprar un cargador de móvil.
De vuelta al puerto, lo cargó en la garita del vigilante de la Marina y zarpó de nuevo, esta vez la definitiva.
El barco fue hallado horas más tarde sin ocupantes y a la deriva frente a la costa este de la isla, a varios kilómetros al sur, a más de una milla del Puertito de Güímar.
Miércoles, 28 de abril. Los medios de comunicación se hacen eco de la desaparición y la Guardia Civil comienza a desplegar un dispositivo de búsqueda tras interceptar el barco a la deriva por la salvamar Tenerife y Punta Salinas, trasladándolo al puerto de Santa Cruz de Tenerife para su investigación.
Jueves, 29 de abril. Se da a conocer que la madre de las niñas denunció a la Guardia Civil que su expareja la llamó para decirle que no iba a verlas más, ni a él tampoco. Asimismo, la mujer ya se había quejado en diciembre ante la Benemérita de que Tomás Gimeno la había amenazado verbalmente, pero no quiso presentar denuncia.
Ese día, el rastreo amplió su radio de acción desde la punta de Anaga, al noreste de la isla, hasta Güímar. Los medios aéreos y marítimos desplegados en este dispositivo peinaron la zona por la que sospechaban que pudo haber transitado la embarcación. En este dispositivo de búsqueda participaban servicios aéreos y marítimos de la Guardia Civil, así como efectivos de Salvamento Marítimo y un helicóptero del 1-1-2 del Gobierno de Canarias. En paralelo a estas labores, un equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil revisaba la embarcación en la dársena pesquera del puerto de Santa Cruz.
También trascendió a los medios que las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Puerto Deportivo Marina Tenerife revelaban que Gimeno zarpó solo pasada la medianoche. Según pudieron captar las cámaras, el hombre llegó con su coche a las 21.30 horas, lo aparcó frente a su pantalán y de él descargó una serie de bolsos; sin embargo, el guardián que hacía el turno de noche, que lo vio de frente, en ningún momento localizó a las niñas, ni las cámaras revelaron si estaban con él.
Asimismo, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Güímar, en Tenerife, incoó las diligencias previas en relación con la desaparición por la presunta comisión de un delito de secuestro. La investigación fue declarada secreta, tal y como informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
Este día, los medios movilizados en el dispositivo de búsqueda localizaron un silla infantil de retención en vehículos flotando en el mar.
Viernes, 30 de abril. A primera hora de la mañana se da a conocer que la sillita que se encontró flotando en el mar era propiedad de la familia. Asimismo, la Guardia Civil mantiene activo un amplio dispositivo de búsqueda y anuncia que se sumará el cuerpo especializado en los casos más complicados, que ya intervino en otros de amplia repercusión mediática como el de Diana Quer, Gabriel Cruz o Asunta Basterra: Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO).
También ese viernes se publica que los investigadores encuentran restos de sangre en el barco. La Guardia Civil extiende entonces la búsqueda de las menores desaparecidas junto a su padre a la zona sureste de la isla.
Sábado, 1 de mayo. La UCO se incorpora en la búsqueda de los desaparecidos mientras que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar dicta una orden de búsqueda internacional del padre y sus dos hijas, de 1 y 6 años.
Lunes, 3 de mayo. La Guardia Civil certifica que el padre llevó a cabo una transferencia de unos 55.000, aproximadamente, desde una de sus cuentas corrientes bancarias a otra justo el día antes de llevarse a sus dos hijas consigo. Asimismo, se investiga que Gimeno pudo haber desactivado el GPS de su embarcación con el objetivo de no dejar pistas sobre el itinerario que realizó desde que salió por última vez del puerto deportivo.
Martes, 4 de mayo. Se descubre que la sangre hallada en el barco el viernes, 30, pertenece al padre. El delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana, ofrece una rueda de prensa para aclarar algunas informaciones difundidas los días previos y confirma que la búsqueda de las niñas se desplaza al sur, siguiendo las corrientes: “Todas las unidades están comprometidas con este caso”, puntualizó.
Miércoles, 5 de mayo. Los investigadores del caso de las niñas Anna y Olivia continúan con el rastreo de los movimientos bancarios realizados por Gimeno antes de desvanecerse y, hasta ahora, los que se han detectado son compatibles con sus actividades empresariales.
Sábado, 8 de mayo. Se descubre que Tomás Gimeno no habría soportado la idea de ver a sus hijas con el nuevo novio de su expareja. La Guardia Civil investiga todas las pistas e información aportada por la ciudadanía y también el movimiento de varios barcos en los días posteriores a la desaparición.
13 de mayo. La Guardia Civil incorpora a su investigación el informe realizado por la agencia de detectives que contrató el padre de las niñas a finales de julio de 2020 para espiar a Beatriz Z., madre de las niñas.
17 de mayo. La Guardia Civil prevé incorporar un sonar y un robot marino del Instituto Español de Oceanografía (IEO) para que se sumen al dispositivo de búsqueda de las niñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, el pasado 27 de abril en la isla de Tenerife.
18 de mayo. Nuevo registro en casa del padre de las niñas, el quinto ya, esta vez con perros para detectar material biológico de las pequeñas. El registro termina sin pruebas concluyentes.
19 de mayo. La Guardia Civil saca del agua la embarcación de Tomás Gimeno que apareció a la deriva frente al Puertito de Güímar para analizarla con perros. El registro termina sin pruebas concluyentes.
25 de mayo. El delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana, anuncia que el buque con sonar “llegará esta semana” y que está convencido de que “se empezará a utilizar” en cuanto esté en la isla.
Asimismo, la madre de las niñas publica una nueva misiva en el Día Internacional de los Niños Desaparecidos: “Hace cuatro semanas se detuvo el tiempo para mí”, apunta.
29 y 30 de mayo. Llega a Tenerife el buque con sonar y robot submarino y se comienza a trabajar en la búsqueda de Anna y Olivia. Con esta tecnología la Guardia Civil pretende rastrear el fondo submarino en un área delimitada por el geoposicionamiento del móvil de Tomás Gimeno, obtenido a través de un duplicado de su tarjeta horas después de que se le perdiera el rastro.
31 de mayo. Comienza el rastreo del fondo marino en busca de las niñas
Comienzos de junio. La búsqueda con el barco no arroja pistas sobre el paradero de las niñas, pero, tras varios días, la embarcación se desplaza hacia el sur de la isla siguiendo la costa en dirección hacia el lugar en el que apareció a la deriva la lancha de Tomás Gimeno.
7 de junio. Hallazgo de una botella de oxígeno y una sábana a unos 1.000 metros de profundidad.
10 de junio. La Guardia Civil localiza el cuerpo de Olivia, la mayor de las dos hermanas, en una bolsa de deporte amarrada a un ancla.
Tras ese hallazgo se confirma la peor de las hipótesis. Días después se levanta el secreto de sumario: el auto de la jueza señala que Tomás Gimeno mató en la tarde del mismo 27 de abril a Olivia, y presumiblemente también a Anna, las envolvió en mantas e introdujo en bolsas de basura que a su vez se introdujeron en bolsas de deporte, que luego fueron halladas por el buque a 1.000 metros de profundidad. El auto toma como hipótesis más factible que Gimeno, tras arrojó los cuerpos de las niñas y regresar a puerto para volver a zarpar después se tirase al agua para acabar con su propia vida. Los repetidores de telefonía recogieron esa noche la señal de su teléfono mientras se desplazaba hacia el sur de la isla, hasta que finalmente se perdió la señal.
En ese ir y venir a puerto llamó a amigos, familiares y a su novia (a quien esa tarde había entregado un sobre con dinero y una carta que no debía ser abierta hasta las 23.00 horas) para despedirse. También llamó a Beatriz, a quien en una última comunicación dijo que no volvería a ver a las niñas ni a él tampoco. La jueza determinó en su auto que la manera de actuar de Gimeno y sus movimientos ese día iban encaminados a provocar un daño inhumano a Beatriz al dejarla con la incertidumbre de qué había pasado con las niñas. El Ángeles Alvariño, en su búsqueda incansable, frustró esa parte del plan.
11 de junio. Cientos de personas claman en las calles de Tenerife y de toda España por Anna y Olivia.
30 de junio. El Ángeles Alvariño se marcha de Tenerife sin dar con los cuerpos de Anna y Tomás Gimeno, después de un mes de incansable búsqueda.
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