Miguel Zerolo, en paradero desconocido
Miguel Zerolo está en “paradero desconocido”, o más exactamente, está “ilocalizable”, al menos para el juzgado de Instrucción número 5 de Santa Cruz de Tenerife, que este lunes le convocó para que declarara en calidad de testigo por la denuncia que interpuso en diciembre pasado contra Tomás Núñez por injurias, amenazas y alteración del orden público.
No es que Zerolo haya desaparecido, es que cuando interpuso la denuncia contra Núñez por lo que considera un ataque persona, con supuestas amenazas de muerte, el ex alcalde dio la dirección del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que abandonó tras las elecciones municipales.
El litigio surgió el 21 de diciembre de 2010, mientras se celebraba un Pleno extraordinario para someter a aprobación el polémico Plan General de de Ordenación Urbanística de la ciudad. Según la denuncia de la Fiscalía y la denuncia particular de Zerolo, el denunciado, que se encontraba entre el público, interrumpió la sesión en varias ocasiones con insultos como “cabrón”, “este tío es un trilero” y “chorizo de mierda”. Tras tres apercibimientos, fue expulsado del salón de plenos.
En ambas denuncias se añade que, posteriormente, Núñez coincidió en los aseos del Ayuntamiento con un agente de policía local vestido de paisano, quien le escuchó proferir una amenaza en voz alta: “Menos mal que esto pronto se va a acabar, porque voy a venir con una escopeta y voy a matar al alcalde. Voy a disparar al alcalde y a todos los concejales que voten a favor del PGO”, dice el agente que escuchó.
Posteriormente, otros policías le pidieron la documentación y el alcalde puso la denuncia.
No es un vecino cualquiera
Este lunes, el alcalde debía declarar en el juzgado como denunciante, pero no le encontraron ni nadie en el Ayuntamiento parece haberle avisado de la notificación judicial. Volverá a ser llamado en noviembre.
Se da otra circunstancia, y es que el denunciado no es un vecino cualquiera, sino que es un empresario que está directamente relacionado con el caso Baute, en el que fue imputado y denunciante al mismo tiempo.
El caso Baute, que había sido archivado, fue reabierto en 2008 a petición de las acusaciones particulares, por conspiración para “retener en un cuarto oscuro” a la entonces concejal del PP, Raquel Lucía Pérez Brito y evitar así un voto decisivo en una moción de censura contra la ex alcaldesa de CC Ana Oramas.
Insinuaciones con posibles consecuencias
En su denuncia particular, Miguel Zerolo señala que Tomás Núñez es integrante de la Plataforma contra el PGO, de lo que no cabe duda, primero, porque el denunciado, vecino del barrio de Los Campitos, nunca lo ha negado, y segundo, porque fue una de las personas que llevó al registro de entrada del Ayuntamiento las más de 15.500 alegaciones vecinales contra el Plan de Ordenación, momento en el que fue fotografiado por la prensa y grabado por cámaras de televisión.
Pero Zerolo va más allá e insinúa que Núñez “actúa a las directrices de la Plataforma” y según las “orientaciones” de un “conocido” abogado, en referencia a Felipe Campos, letrado y portavoz de esa movimiento vecinal.
Campos, sin embargo, sostiene, que toda esta denuncia es un montaje. “Nadie trabaja a mis órdenes en la Plataforma. Se han inventado una relación personal que no existe con el único afán de desprestigiarme”, afirmó a este periódico.
Esas insinuaciones son consideradas “gravísimas” por Casmpos, quien ha anunciado que interpondrá una querella criminal contra el ex alcalde y contra Natalia Vaquero, subdirectora de La Opinión de Tenerife, por haberse echo eco de las “mentiras y del burdo montaje de Zerolo”.