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Unos 2,6 millones de personas mueren al año por culpa del tráfico y la contaminación

Moverse en bicicleta, caminando o en transporte público es la medida más eficaz para reducir la contaminación y además prevenir las muertes ligadas a la obesidad

MADRID, 07 (EUROPA PRESS)

Unos 2,6 millones de personas mueren cada año en accidentes de tráfico o por respirar el aire contaminado de las ciudades, generado sobre todo por el transporte. Mejorar esta situación pasa por dejar el coche en casa y apostar por andar y por moverse en bicicleta, una medida que, además de ayudar a reducir la contaminación, podría prevenir algunos de los 3,2 millones de fallecimientos que se producen en el mundo a causa de enfermedades ligadas a una vida sedentaria.

Este es la clave del último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los beneficios sanitarios de la lucha contra el cambio climático, presentado en la 17 Conferencia de las Partes (COP17) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que arrancó el martes en Durban (Sudáfrica).

El 23 por ciento de las emisiones directas de CO2 a la atmósfera provienen del transporte y son los medios terrestres los que generan un mayor porcentaje de este dióxido de carbono, en concreto el 16,5 por ciento, según datos de 2008. El informe calcula que, en los actuales escenarios, las actuales emisiones serán mayores.

Según este informe, fomentar el uso de la bicicleta y el transporte público o ir caminando a casa o al trabajo son las medidas, junto con el mejor aprovechamiento de la tierra, que podrían proporcionar “mayores y más inmediatos beneficios en salud que mejorar la eficiencia de los vehículos o sus combustibles”.

En concreto, el informe señala que fomentar el denominado 'transporte activo' reduciría las enfermedades respiratorias y cardiovasculares relacionadas con respirar aire contaminado, los daños en accidentes de tráfico y el estrés acústico. Además, hacer más deporte podría prevenir algunos cánceres, muchos casos de diabetes tipo 2, patologías cardíacas y otros riesgos relacionados con la obesidad.

CIUDADANOS DE INGRESOS BAJOS, ENTRE LOS MÁS BENEFICIADOS

Aunque la mayoría de la población en todo el mundo se beneficiaría del cambio, las mayores ganancias en salud serían para los grupos más vulnerables, en los que se incluyen las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y los ciudadanos con menos ingresos, que tienen menos acceso al transporte privado y están también más expuestos a ciertos riesgos de salud relacionados con el transporte.

Asimismo, los lugares donde más se beneficiarían en salud del transporte activo serían las ciudades de los países de ingresos medios y bajos, donde más gente muere al año en accidentes de tráfico y por respirar aire contaminado. Además, los habitantes de estas urbes enfrentan “crecientes riesgos relativos a las enfermedades no transmisibles debido al aumento del sedentarismo”. “Las estrategias de transporte saludable --recalcan-- pueden ayudar frente a estos riesgos”.

“El transporte bajo en emisiones de carbono puede proporcionar opciones con las que todos ganan tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo, que beneficien la salud y que reduzcan el cambio climático”, resaltan, recordando que efectos del cambio climático, como las temperaturas extremas o el aumento de la polución, afectan a la salud, poniendo en riesgo tanto la seguridad alimentaria como los patrones de transmisión de las enfermedad infecciosas.

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