El misterioso origen de los huevos de avestruz conejeros
Los ocho investigadores y voluntarios de los yacimientos paleontológicos de Valle Grande de Órzola, en Lanzarote, dejarán este viernes de lado sus piquetas, jalones, palas y cepillos tras 15 días rastreando intensamente el pasado remoto sin haber despejado aún todas las incógnicas sobre la presencia en la Isla de los antecesores del avestruz o ratites. Han encontrado más huevos, pero no hay respuesta sobre su llegada a la Isla.
La ambiciosa investigación, que en su tercera fase se denomina 'Nacimiento del Neogeno continental de Órzola-Famara', y cuyos resultados han sido presentados hoy, da continuidad a las expediciones desarrolladas en 2010 y 2011, cuando se localizaron seis huevos fósiles de ratites (antecesores del avestruz).
Los huevos, de unos 16 centímetros de largo, podrían datar del final del Mioceno, por lo que tendrían una antigüedad de entre 5.300.000 y 6.000.000 años. Los investigadores esperan conocer las dataciones definitivas en un mes, pero son conscientes de que los basaltos están muy alterados y, como ocurrió el año anterior, a veces no es posible ponerles fecha.
Huevos semejantes han aparecido en enclaves como Madagascar o Nueva Zelanda, pero son los primeros de los que se tiene noticia en una isla oceánica. Antonio Sánchez, doctor del Instituto Catalán de Paleontología Miguel Crusafont y director del proyecto, plantea cuestiones esenciales. “Estamos con el problema inicial: ¿Qué hacen aves que no vuelan en unas islas oceánicas? Han tenido que pasar por tierra para llegar aquí”, mantiene.
Una hipótesis apunta la llegada de aves voladoras a las Islas, que habrían evolucionado y aumentado de tamaño pero, como explica el paleontólogo, “está confirmado que los huevos son de ratites y no se han encontrado indicios de aves voladoras”.
Otra posibilidad señala que la causa de la presencia de estos animales en la Isla podría hallarse en el movimiento de placas tectónicas. Así, Fuerteventura se habría acercado al continente africano, donde había poblaciones de ratites, y desde allí éstas habrían avanzado hacia Lanzarote entrando por los Ajaches cuando las dos islas estaban unidas.
Sin embargo, no se han llevado a cabo excavaciones en este sentido en Fuerteventura y el equipo de arqueólogos espera estudiar la zona de los Ajaches en el futuro, “con más tiempo”. Por eso, Sanchez sentencia que, de momento, “no hay ninguna explicación satisfactoria”.
Probablemente, los fósiles encontrados hasta el momento encarnen el testimonio de la época final de los ratites en la Isla. El director del proyecto considera que “si todos los yacimientos corresponden al mismo lapso de tiempo, no podremos establecer relaciones entre ellos”.
Por eso, se están prospectando otras zonas en busca de yacimientos “con otras edades” donde puedan observarse “variantes de su evolución en insularidad” y así descubrir, por fin, cuándo entran y hasta cuándo poblaron Lanzarote.
Los familiares lejanos de los avestruces no conforman las únicas piezas del puzzle que trae de cabeza a este equipo investigadores. Han encontrado vértebras de una pequeña boa, “la única serpiente autóctona de Canarias”. Por si fuera poco, Sánchez considera que “tiene que haber más animales que no aparecen. Por ejemplo, encontramos huevos de tortugas galápagos, pero no aparecen caparazones y suele ocurrir al revés porque los huevos fosilizan mucho peor”, disfruta considerando.
Ya han investigado Fuente Dulce, luego vendrá la ladera entre Fuente Dulce y Fuente Salada, y luego Fuente Salada. Probablemente allí será donde tengan lugar las siguientes excavaciones el próximo año. Aún sin respuestas que aclaren el origen de Lanzarote y la presencia de ratites, Antonio Sánchez confía en que, en futuras excavaciones “todavía se pueden encontrar muchas cosas”.