El movimiento 15-M se manifiesta contra la negociación colectiva
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Medio centenar de 'indignados' pertenecientes al Movimiento 15-M se han congregado este viernes “a título individual” frente al Ministerio de Trabajo e Inmigración para protestar contra la reforma de la negociación colectiva al considerar que ésta supone una “vergonzosa voluntad de recortar los derechos de las personas de este país”.
Desde las 11.30 de la mañana y durante aproximadamente una hora, los alrededor de 50 manifestantes que han participado en esta concentración convocada por la Comisión de Acción de la Acampada de la Puerta del Sol a través de su página web, han gritado consignas como “Esta reforma la vamos a parar” o “Hace falta ya una huelga general” e incluso han animado a los trabajadores del Ministerio a unirse a su protesta al grito de “No nos mires, únete”.
La concentración ha comenzado con la lectura de un manifiesto por parte de uno de los 'indignados' mediante el que han querido expresar su opinión sobre lo que para ellos va a significar “a partir de ahora” la negociación colectiva: “la compra-venta de esclavos por parte de esclavistas varios”.
“La Patronal, CC.OO., UGT, las ETTs, los Servicios Públicos de Empleo, el Gobierno y la oposición y los banqueros” son, según dicho manifiesto, los “esclavistas” que decidirán sobre el futuro de los trabajadores sin que estos “puedan decir nada por miedo al esclavista mayor: 'Don Dinero'”.
El fomento de la flexibilidad interna, los convenios colectivos sectoriales o la fijación de salarios vinculados a la productividad son algunos de los puntos que los 'indignados' han destacado en el manifiesto como los más problemáticos.
“Los empresarios quieren aumentar el poder de la dirección de una compañía en las decisiones internas y decidir sin condiciones sobre asuntos como los salarios o las jornadas” o “la marcha de la empresa o del sector determinarán el salario a cobrar” son algunas de las denuncias y advertencias plasmadas en dicho texto cuya lectura ha finalizado al grito de “Manos arriba, esto es un contrato” por parte de todos los asistentes.
Tras la lectura del texto y tras corear nuevas consignas como “No pienso, luego me despiden” o “Dónde están, no se ven, Comisiones y UGT”, el grupo de 'indignados' ha guardado un minuto de silencio con los brazos cruzados en alto, símbolo del lenguaje de los signos adoptado por los acampados desde el inicio del movimiento para mostrar su rechazo o desacuerdo durante la celebración de las asambleas generales que vertebran su actividad.
“Consideramos que la democracia representativa está al servicio de los poderes financieros a nivel estatal, europeo y mundial”, ha señalado uno de los asistentes a la concentración, para añadir que con este tipo de manifestaciones pretenden “demostrar la poca credibilidad que tiene la política institucional controlada por las grandes instituciones que para nada son democráticos”.