“No nos toquen los chuchangos”, la plataforma Salvar Chira-Soria pide la paralización de la central hidroeléctrica en Gran Canaria por un caracol
Bajo el lema “no nos toque los chuchangos”, la plataforma Salvar Chira-Soria ha reiterado la solicitud de paralizar de forma cautelar las obras de la central hidroeléctrica de bombeo en el barranco de Arguineguín (Gran Canaria), esta vez porque dicen que no se ha valorado medioambientalmente a especies endémicas de carcacoles en peligro de extinción, en concreto, el caracol chato, que no se encuentra en ninguna de las Listas de Protección elaborados por el Gobierno de Canarias o por el Gobierno de España.
En un comunicado, el colectivo sostiene que la petición está respaldada por un informe técnico de especialistas en malacología, al ciencia que estudia los moluscos, e incluye una geolocalización de los ejemplares localizados en la zona de las obras del proyecto Salto de Chira.
Pedro Pablo Medina, portavoz de la plataforma Salvar Chira-Soria, advierte de un posible incumplimiento de los deberes públicos por los funcionarios y responsables políticos al no iniciar un procedimiento para proteger al carcacol chato.
En este sentido, la plataforma dice que ni la Declaración de Impacto Ambiental, ni el Plan de Vigilancia Ambiental hace mención a la existencia de alguna especie de caracol terrestre que pudiera verse afectado por la implantación del proyecto y sus obras de construcción.
Sin embargo, el colectivo defiende su petición porque la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturales están identificadas, al menos, dos especies de caracoles terrestres, endémicas de Gran Canaria y cuyo hábitat, añade, coincide con el barranco de Arguineguín. En concreto, la Monilearia arguineguinensis, que es el caracol chato de Arguineguín y la Monilearia pulverulenta, que según dicen están clasificadas “en peligro crítico”.
En la nota, la plataforma sostiene que “expertos locales en malacología y varios voluntarios” han realizado prospecciones en la zona de las obras y han hallado varios ejemplares de caracol chato. Aseguran que el área de dispersión de la especie se reduce a 2,21 Kms2 y que la estimación del tamaño de su población no sobrepasa los 250 ejemplares, tendiendo a disminuir, como consecuencia de las amenazas derivadas de la paulatina antropización de la zona.
El colectivo dice que ha presentado un informe técnico al respecto a la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias para que se proceda de forma urgente a establecer medidas de protección para la especie, como la paralización de las obras, y lleve a cabo un expediente para incluir y catalogar a las especies de moluscos gasterópodos Monilearia arguineguinensis y Monilearia pulverulenta.
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