Una marcha toma la capital grancanaria el 12-M para arrojar luz sobre la incipiente invasión del turismo en la vivienda
Tres colectivos han convocado para este 12 de mayo en Las Palmas de Gran Canaria, la novena ciudad más poblada de España con más de 350.000 habitantes, una marcha por las Canteras para visibilizar la incipiente “turistificación y gentrificación” de la ciudad, en la que el año pasado pernoctaron un millón y medio de turistas, y que está afectando a la vivienda de uso residencial por el alquiler vacacional.
En sintonía con otras ciudades en el ámbito nacional o incluso europeo, Ben Magec-Ecologistas en Acción, el colectivo Un barrio para vivir -que nació hace un mes y medio para esta problemática- y el Sindicato de inquilinas de Gran Canaria se unen para protestar por lo que consideran una nueva fase del “monocultivo turístico”: que la industria del sector invada todos los espacios, ahora las ciudades, de donde se está expulsando a vecinos que no pueden pagar los precios ascendentes de los alquileres por el auge de la vivienda vacacional, o se cierran negocios con larga tradición. En suma, los barrios pierden su identidad.
Es el caso del recorrido por el que transitará la marcha a partir de las 11.00 horas, desde Saulo Torón hasta la plaza del Pilar, que comprende barrios como La Isleta o Guanarteme, donde “se percibe una escasez de viviendas para alquilar” y cada día los vecinos ven como “hay gente que son expulsados de su vivienda porque la quieren destinar al alquiler vacacional”, relata Carlos Romero del colectivo Un barrio para vivir, quien conoce “amigos directos” que han sido avisados para abandonar su piso y después comprueban que ese inmueble está anunciado en plataformas como Airbnb o Booking.com.
Lo que pretenden conseguir con la marcha de este sábado es visibilizar un problema “incipiente” en Las Palmas de Gran Canaria para “reaccionar antes de que vaya muy mal”, explica Romero, quien reconoce que ha contactado con otras luchas en Madrid o Barcelona, donde ya tienen un recorrido hecho en este sentido, para “adelantar trabajo” y así conformar en la capital isleña un colectivo de persona que pueden ayudar a otras que “sientan el problema” a “coordinarse” y dar una respuesta a la situación.
No existen datos oficiales del alquiler de la vivienda en España y a priori no se puede establecer una relación directa entre el aumento del precio del alquiler y el incremento de la oferta de pisos turísticos como única razón para explicar lo que sí es un hecho: el encarecimiento del arrendamiento en Las Palmas de Gran Canaria. En portales como el idealista.com el precio del alquiler se ha incremento un 31,4% desde 2007 y en diferentes inmobiliarias recogen que la ciudad capitalina se sitúa entre las 10 urbes más caras de España.
El Gobierno de Canarias publicó el año pasado un informe sobre la demanda, canal y oferta de la vivienda vacacional en Canarias desde 2015 a 2017. Las Palmas de Gran Canaria es el cuarto municipio canario con mayor número de viviendas vacacionales con 1.939, por detrás de Adeje (2.536) y Arona (2.517) en Tenerife y La Oliva (2.074) en Fuerteventura; esto en 2017, pues ese año superó al que desde 2015 concentraba mayor número de viviendas vacacionales en Gran Canaria (San Bartolomé de Tirajana tenía 2.193).
Sin embargo, desde los colectivos no creen que la solución a este problema pase por una regulación del alquiler vacacional, aunque la consideran necesaria, sino que ven esta problemática como una fase más del modelo turístico actual: “Consume agua, energía, territorio... Ahora está empezando a consumir las viviendas”, dice Romero. “Nosotros no estamos en contra de que vecinos pongan un piso en alquiler, nosotros criticamos un modelo que creemos que no es sostenible, que no tiene límites y hay que abordarlo y contenerlo, la vivienda vacacional es una de las expresiones de ese problema”, concluyen desde Ben Magec-Ecologistas en Acción.