La sostenibilidad en el litoral de La Gomera crea una convivencia perfecta entre fauna marina y habitantes

Desde siempre, pero en los últimos años aún más, en la playa de Vueltas, en Valle Gran Rey (La Gomera), se observa un fenómeno que muestra la calidad ambiental de este arenal: la concentración de mantelinas (Gymnura altavela), una especie en peligro de extinción y que durante los meses de verano encuentra en esta playa las condiciones ideales para alimentarse y aparearse. Se han llegado a contabilizar más de 400 ejemplares en un mismo día en esta playa, lo que refleja una perfecta convivencia entre bañistas y animales y la alta calidad medioambiental de sus aguas.

Existen otros tipos de rayas, no tan abundantes, pero también presentes durante todo el año en la playa de Vueltas, como los chuchos negros (Dasyatis pastinaca). Se trata de una comunidad residente en este enclave. Sin embargo, hay uno que destaca por encima del resto: Chano. Este es un ejemplar, de al menos un metro y medio de longitud y unos 150 Kg de peso, que a diario nada con sus “colegas” hacia las escaleras del puerto para ser alimentados por los pescadores de la zona. Estos animales son tan mansos que incluso los niños de la zona participan en la actividad y han llegado a convertirse en toda una atracción casi obligatoria en la visita a Valle Gran Rey.

Patrimonio Natural de Avistamiento de Cetáceos

El pasado año se declaró el canal entre La Gomera y Tenerife como el kilómetro cero del Corredor Biológico Mundial de los océanos. Dos años antes, el mismo enclave fue distinguido como Hope Spot o Punto de Esperanza Internacional por la entidad Mission Blue. Son varios hitos que reafirman a La Gomera como un destino sostenible y responsable convirtiéndose desde 2020 en la primera demarcación de Europa como Patrimonio Natural de los cetáceos de todo el mundo, reconocido por la Alianza mundial de cetáceos.

Cuando la naturaleza se convierte en magia

Los canarios son concientes de la fragilidad de los ecosistemas marinos actualmente. En cierto modo, las Islas han sabido proteger de manera acertada sus aguas de la pesca masiva, convirtiéndose en un auténtico refugio natural para miles de especies. En La Gomera existe una colonia permanente de cetáceos con más de veinte especies diferentes, además de otras tantas que migran por los mares y océanos del planeta, convirtiéndolo en un enclave único gracias a la calidad de sus aguas. Se puede disfrutar observando numerosas familias de ballenas piloto que frecuentan estas ricas aguas, así como el delfín común, el delfín mular, el moteado o las tortugas bobas. Incluso durante el otoño se puede divisar en sus rutas migratorias a la gran ballena azul o a los rorcuales y vivir una experiencia ecoturística de avistamiento de cetáceos excepcional.

Desde el puerto de Valle Gran Rey, al oeste de la isla, más de cinco empresas diferentes ofrecen a los visitantes la maravillosa experiencia de avistamiento de cetáceos en diferentes embarcaciones y sin alejarse mucho de la costa.

Reserva de la Biosfera

La Gomera fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en junio de 2012, convirtiéndose en la sexta Reserva de Canarias. Los motivos que contribuyeron a este logro fueron principalmente sus paisajes, su rica biodiversidad y el extraordinario patrimonio cultural, tanto en sus aspectos arqueológicos como etnográficos. Estos valores objetivos además se refuerzan por el compromiso de quienes viven en la isla con el desarrollo sostenible y la preservación de los valores naturales. El mejor ejemplo de ello es que las cumbres de la isla están vestidas por la mayor y mejor conservada mancha de laurisilva de Canarias, protegida por el Parque Nacional de Garajonay en su mayor parte.

La Gomera tiene una naturaleza mágica y en estado puro por la frondosidad de sus bosques, la grandiosidad de Garajonay, sus verdes paisajes volcánicos y sus encrespados roques, los profundos y fértiles barrancos, sus playas vírgenes y lagunas naturales, sus más de 600 kilómetros de sorprendentes y exigentes senderos. Además, también cuenta con una gastronomía auténtica y sabrosa, en la que destaca el almogrote, una delicia en forma de paté elaborado con queso curado de cabra, pimienta picante, aceite de oliva y ajo que puedes acompañar con pan tostado y junto a un vaso de vino con la distinción y garantía de la Denominación de Origen de La Gomera.

También existe la mistela, una bebida local macerada a base de vino blanco, cáscaras de naranja, azúcar y algunas especias como el clavo, la canela o la matalahúva, que es un verdadero placer organoléptico. El potaje de berros es otro de sus platos estrella, elaborado con ingredientes tan sanos como berros, papas, piñas de millo y costillas de cerdo. Pero si se habla de una joya gastronómica esa es la miel de palma elaborada con guarapo (savia de la palmera) y que se usa tanto en una extensa repostería artesana como para aderezar algunas carnes y aliñar otros alimentos.

En La Gomera existen tradiciones tan originales y únicas en el mundo como el Silbo Gomero, calificado como Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco. En el siguiente vídeo se puede ver cómo, hoy día, quienes viven en la isla lo mantienen como un lenguaje vivo que se utiliza para comunicarse.