Tony King se presenta como ''cabeza de turco'' en el 'caso Wanninkhof'
El juicio por jurado popular que se celebra en la Audiencia de Málaga por el asesinato de la joven de Mijas Rocío Wanninkhof el 9 de octubre de 1999 quedó este lunes visto para veredicto, después de que las partes expusieran sus alegatos y el acusado, Tony King, confesara que se siente “un cabeza de turco”.
La última jornada del juicio acabó con la expulsión de la sala de la madre de la víctima Alicia Hornos, quien preguntó a gritos: “¿Quién ha matado a mi hija?”, y el británico respondió “Dolores Vázquez; ella pagó”.
En ese momento, Hornos volvió a dirigirse al procesado y le preguntó “¿cuánto pagó, 150.000?”, pero el magistrado le ordenó a ella y a su hermana que se marcharan de la sala, y entre sollozos Alicia lamentó que tiene derecho a saber quiénes fueron los asesinos de su hija.
El acusado, en su última palabra ante el jurado popular, declaró que ha sido víctima de una trampa en el caso y que considera que ha sufrido “una campaña de odio muy dañina en TV sin pruebas”, al mismo tiempo que volvió a señalar a Vázquez como autora de las puñaladas a Rocío por la espalda.
King modificó de nuevo su versión de los hechos, al apuntar que la joven fue asaltada por dos personas procedentes de dos coches y que sufrió un golpe en la cabeza al ser arrojada colina abajo, lo que demostraría, a juicio del procesado, la gran mancha de sangre en el lugar del crimen y que no hubiera pisadas.
“El único error era que los autores fueron unos profesionales y no dejaron huellas o marcas en el lugar”, manifestó el británico en su relato, quien opinó que el cigarrillo con su ADN “es falso”, ya que si hubiera sido auténtico, hubiera caído lluvia encima y se hubiera partido.
Agregó que hay huellas dactilares que no son suyas en las bolsas de basura donde supuestamente fue transportado el cuerpo de la joven hasta la urbanización Altos del Rodeo de Marbella.
El alegato de la defensa se centró en defender a su cliente como cómplice de la muerte de la joven, porque “Tony King estuvo allí, pero no fue el autor material, él no apuñaló”.
En este sentido, indicó que “hay pruebas que excluyen a King del asesinato”, como restos de fibras sin identificar en las uñas de Rocío, que tienen características similares a unas prendas de la anterior imputada que la Guardia Civil investigó en 1999; la existencia de una pegatina empleada en la búsqueda junto al cadáver; o huellas sin identificar en las bolsas de basura con efectos de Rocío.
El abogado Javier Saavedra pidió un veredicto de no culpabilidad para su cliente y reclamó a los miembros del jurado que se revelen contra las verdades oficiosas, que no admitan dogmas, porque “los jueces y fiscales se pueden equivocar”.
El letrado insistió en que “hay muchos más indicios que puedan inculpar a otras personas” y confesó que defiende a King porque cree en su versión, pese a las contradicciones.
La defensa criticó los “prejuicios” habidos en el juicio y que no se haya solicitado la comparecencia ni de Robert Graham, amigo de King que se encuentra en busca y captura pero cuya causa ha prescrito, ni de Dolores Vázquez, exculpada tras pasar diecisiete meses en prisión.
Por su parte, el fiscal mantuvo en su alegato que “hay pruebas suficientes y de gran contundencia” para declarar como único culpable del asesinato a King, basándose en “pruebas directas que le inculpan”, como su ADN en el crimen o junto al cuerpo, y su propia autoinculpación.
La acusación particular también solicitó un veredicto de culpabilidad, pero pidió tener en cuenta que la muerte de la joven se cometió “en unión a terceros” que no quiso nombrar y que pudieron actuar como cómplices e inductores.
Este martes está previsto que el presidente de la sala entregue al jurado a puerta cerrada el objeto del veredicto para que comience su deliberación.