La plaza del Woermann llevará el nombre del arquitecto Joaquín Casariego
La plaza situada ante el edificio Woermann, en Las Palmas de Gran Canaria, llevará el nombre del arquitecto tinerfeño recientemente fallecido Joaquín Casariego Ramírez. Así lo anunció este viernes, en el marco de un homenaje celebrado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria su colega, ex alumno y jefe de Planeamiento del ayuntamiento de la ciudad Juan Miguel Zerpa. Numerosos amigos, en su mayoría integrantes de la comunidad universitaria se reunieron frente a un proyector en el que fueron pasando numerosas fotografías de Casariego para hacer una amplia semblanza de su personalidad, de sus sensibilidades, de sus enamoramientos y de su profunda vocación por la profesión y el modo de vida que escogió.
Entre otras personas intervinieron el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Regidor; el director de la Escuela de Arquitectura, Andrés Solana; el urbanista Jesús Álvarez, compañero de Joaquín Casariego desde la etapa de ambos en el instituto único de Santa Cruz de Tenerife; su alumna Noemí Tejera, también su socia en el despacho que compartían con su pareja Elsa Guerra, y el jefe del departamento de Arte, Ciudad y Territorio de la Escuela de Arquitectura, Pablo Ley.
Entre el público se encontraban el presidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Ángel Tristán Pimienta, el ex diputado y ex dirigente de Coalición Canaria José Carlos Mauricio y numerosos arquitectos amigos del homenajeado.
Joaquín Casariego falleció el pasado 18 de enero a la edad de 67 años tras una dilatada y fructífera trayectoria en el mundo de la arquitectura y el urbanismo, tanto en Canarias como fuera. Su permanente inquietud por el conocimiento (y por aprender fuera lo que luego trajo a su tierra) le llevó a ser profesor visitante de la Universidad de Harvard, de la Universidad Metropolitana de Caracas, de la Universidad de Pensilvania y de la Staedelschule de Arquitectura de Frankfurt. Su influencia es patente en la Escuela de Arquitectura y fuera de ella gracias a su capacidad para solucionar espacios urbanos, su especialización en el diálogo puerto-ciudad (el waterfront o frente marítimo) o por la sensibilización que logró introducir en las instituciones públicas, particularmente en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de colegas, alumnos y amigos como el también fallecido Domingo González Chaparro, Juan Miguel Zerpa o Pepe Setién.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria piensa perpetuar su memoria dando su nombre a la plaza que se sitúa ante el edificio Woermann, en la zona portuaria de la ciudad. Una pieza emblemática de la que fue autor junto a su compañera y pareja Elsa Guerra.