El secretario que da fe pública a distancia se despide del Ayuntamiento de La Laguna
No ha hecho falta que los servicios jurídicos informaran sobre su contratación en marzo pasado, por parte del anterior gobierno municipal de Coalición Canaria (CC), o que esos servicios respondieran al escrito de julio de la Junta de Personal, solicitando la nulidad de su contrato por parte del Ayuntamiento de La Laguna por la presunta tramitación irregular de todo su expediente de contratación.
El secretario técnico de apoyo a la junta de gobierno local que da fe pública a distancia, Víctor Almonacid, se ha despedido este martes del consistorio lagunero, por medio de un correo electrónico en el que ha comunicado el fin de sus servicios.
Según ha podido saber este diario, la decisión del funcionario ha sido unilateral, tal y como preveía el nuevo grupo de gobierno desde la semana pasada. Así se lo había dado a entender al nuevo alcalde, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), a raíz de que este diario publicara la polémica abierta en la administración pública lagunera sobre los privilegios exclusivos para ejercer sus funciones por medio del teletrabajo.
El caso lo ha decidido cortar de raíz el propio secretario. Sin que el tripartito de izquierdas formado por PSOE, Unidas Se Puede y Avante La Laguna, haya tenido que definirse sobre su contrato, con la autorización expresa por parte del anterior alcalde, José Alberto Díaz (CC) para que el funcionario ejerciera la “telepresencia”.
En un mail a sus compañeros, el secretario explica que “estos últimos meses he tenido la suerte de trabajar para un gran Ayuntamiento, que presenta una elevada complejidad, la cual me ha permitido crecer profesional e incluso personalmente. Unos meses en los que hemos podido impulsar un proyecto de mejora de los procesos administrativos y cumplimiento legal. Por supuesto no ha finalizado pero sí se encuentra bien encarrilado y que ahora os toca a vosotros continuar”.
El secretario se refiere a ese proyecto piloto de implantación de la administración electrónica, para el que fue contratado por el anterior alcalde, José Alberto Díaz. Esa misma comisión de servicios que ahora da por finalizada, y que entre un grupo de funcionarios y empleados públicos respaldados por la Junta de Personal ha sido cuestionada como una serie de privilegios “exclusivos” para ese trabajador.
“Espero que también sintáis que hemos podido aportar cosas positivas, que ahora el Ayuntamiento es un poco mejor y que otra manera de trabajar es posible, ya que ese era exactamente el objetivo. Por lo que a mí respecta debo emprender otro camino, porque en la vida tenemos un tiempo y unas energías limitadas y lo más inteligente es dosificarlos y emplearlos de la manera que resulte más beneficiosa para un gran número de personas, sin que ello perjudique a quien realiza el esfuerzo”, añade el secretario técnico en su despedida de este miércoles.
Almonacid despide su correo con unos versos de la poetisa Gloria Fuertes que e secretario entiende que debe ser “el buen trabajador público”: Lo primero, la bondad; lo segundo, el talento. Y aquí termina el cuento.
La semana pasada, a raíz de un “comunicado de prensa” del secretario difundido por él mismo en sus cuentas de redes sociales en las que daba su opinión particular sobre lo que no le había gustado del reportaje que ha dado pie a esta despedida, Almonacid admitió a este diario que no había pedido la compatibilidad al pleno municipal para poder dar charlas, conferencias y ponencias “remuneradas”.
En una nueva conversación con este periódico, Almonacid explicó que sus charlas, conferencias y ponencias “remuneradas” son compatibles con el ejercicio de la función pública, “siempre y cuando no sobrepasen las 75 horas anuales”. Aún así, el secretario técnico nunca solicitó formalmente al pleno municipal la compatibilidad para ejercer la actividad paralela a sus funciones, como debe hacer todo empleado.