Santa Cruz de Tenerife gasta más de 300.000 euros en recuperar aparcamientos que destruyó en Las Teresitas en los últimos años

Carlos Tarife y José Manuel Bermúdez, recorriendo el aparcamiento construido en la parcela del conocido mamotreto de Las Teresitas

Dácil Jiménez

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El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife eliminó hace ya tres veranos alrededor de la mitad de los aparcamientos disponibles en la playa de Las Teresitas. Primero, al cerrar la explanada que se encontraba al pie de la montaña al final del arenal, pasado el puesto de la Cruz Roja; después, eliminando todas las plazas disponibles en el llamado carril cero, el más cercano a la arena y los kioscos y dejándolas para uso exclusivo de vehículos municipales, motos, vehículos para personas con movilidad reducida y otros. Por último, al realizar obras en la vía principal de San Andrés, también eliminó parte de los aparcamientos allí dispuestos. El resultado ha sido que desde entonces, ir a Las Teresitas en un día concurrido significa encontrarse con un enorme atasco de varios kilómetros ya desde las dársenas pesqueras provocado por la eliminación de un carril de acceso a San Andrés y la enorme dificultad para encontrar aparcamiento, con una única vía para recorrer la playa. Un semáforo situado en Santa Cruz avisa de cuándo la playa, o más su aparcamiento, está llena, lo que ocurre con frecuencia, especialmente en verano, desde que se tomaron estas medidas.

Y mientras el carril más cercano al mar sigue sin recuperar sus plazas de aparcamiento originales (más de 200), el Ayuntamiento ha destinado más de 300.000 euros a asfaltar la parcela en la que se ubicó el llamado mamotreto, uno de los vestigios del mayor caso de corrupción que ha afectado al Ayuntamiento de la capital tinerfeña y al partido que la gobierna, Coalición Canaria. Un caso por el que el excalcalde de la ciudad Miguel Zerolo y otros políticos y empresarios de la trama acabaron en prisión aunque sin haber devuelto el dinero robado. Ese mamotreto ilegal fue levantado para albergar precisamente un aparcamiento, pero la justicia ordenó su derribo.

Ahora, ese mismo Ayuntamiento anuncia que ha creado “302 nuevas plazas” de aparcamiento para Las Teresitas y San Andrés, pero omite hacer el cálculo de las plazas que previamente ha destruido, tanto en el pueblo como en la playa.

Las que se han anunciado ahora son 259 plazas gratuitas destinadas para vehículos ligeros, 29 para motocicletas, siete para vehículos para personas con movilidad reducida, cuatro módulos de seis plazas para bicicletas y una plaza para Policía Local y Emergencias, detalla el consistorio presidido por José Manuel Bermúdez.

Este ha señalado que con la apertura de este aparcamiento, el Ayuntamiento “da respuesta a la demanda del pueblo de San Andrés, que pedía, desde hace tiempo, más espacio para poder aparcar”, una reivindicación lógica si se atiende a la pérdida de plazas de los últimos años. Bermúdez ha añadido que el nuevo “aparcamiento que se podrá usar tanto de día como de noche, que es autosuficiente y que no solo ayudará a los vecinos, sino a los comercios de la zona, que podrán recibir a más personas, con lo que se dinamizará la economía de esta zona de la ciudad”. Es decir, lo mismo que hacían las plazas que ya existían.

Por su parte, el concejal del área de Servicios Públicos, Carlos Tarife, aseguró que el Consistorio “sigue apostando por mejorar las zonas de estacionamiento de la ciudad para regular el espacio y hacer más accesibles estos enclaves donde se concentra mucha gente y que, sin duda, suponen un reclamo turístico, como es el caso de la playa de Las Teresitas. Además, este es un punto que podrá tener otros usos como, por ejemplo, para eventos y conciertos” ya que se trata de una explanada de piche.

Los trabajos, que han contado con un presupuesto de más de 357.000 euros, han consistido en la pavimentación y asfaltado del terreno, en la instalación de un sistema de alumbrado y señalización, así como de la dotación de 35 puntos de luz que se nutren de energía solar.

El Ayuntamiento, añade la nota de prensa remitida este lunes, sigue remodelando la calle Dique para adecuar su uso actual, destinado al tráfico y al aparcamiento, al de “un espacio libre público que da prioridad al uso peatonal, dejando únicamente un carril para el tráfico restringido de vehículos de vecinos, y carga y descarga”. El nuevo aparcamiento se encuentra al otro lado del barranco que desemboca en San Andrés, por lo que para llegar al pueblo hay que desplazarse por una pasarela construida sobre él.

Se prevé dotar a la línea de aparcamiento de la avenida Marítima de una acera para crear una zona peatonal entre estos aparcamientos y las vías aledañas. Además, se dotará a esta calle de entrada al pueblo con una mejor iluminación, concluye.

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