El rastro de Santa Cruz quiere abrir cuanto antes y el Ayuntamiento pide un protocolo sanitario
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y los comerciantes trabajan juntos para reabrir cuanto antes el Rastro, aunque el responsable de área, Guillermo Díaz, ha recordado que deben ser las autoridades sanitarias las que establezcan el protocolo para este tipo de mercados.
Guillermo Díaz, que es el primer teniente de alcalde, entiende perfectamente la preocupación del colectivo de vendedores y recuerda que estas reuniones sirven para ir limando y afinando en la logística necesaria para que el Rastro vuelva a las calles de la ciudad, señala el Ayuntamiento en un comunicado.
Pero también precisa que “es del todo imprescindible cumplir con la normativa, ya que es imperativo por motivos de salud y deberán ser las autoridades sanitarias las que establezcan los protocolos a seguir en el caso de este tipo de mercados”.
La junta directiva de los comerciantes del Rastro de Santa Cruz de Tenerife se ha reunido en dos ocasiones esta semana con el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, y el primer teniente de alcalde y concejal de Servicios Públicos, Guillermo Díaz, con la intención de ir tratando los asuntos más importantes que propicien su reapertura cuanto antes.
“Hay muchas familias para las que la actividad dominical supone su única entrada económica, ya que muchas de ellas carecen de empleo y de prestaciones contributivas, por lo que, si no despliegan sus puestos, dejan de percibir el mínimo sustento y pasan a quedarse en una situación aún más vulnerable”, apostilla Carmen Tejera, presidenta de la asociación.
El Rastro es un centro de atracción para el municipio y un dinamizador que, si no existiera, conduciría a que Santa Cruz perdiese parte de su vida dominical y económica, que, a su vez, genera dinamismo en taxistas, guaguas, tranvía, bares y comercios aledaños e incluso a la propia Recova, argumenta el alcalde.
Las familias que dependen del Rastro integran un colectivo muy importante, “que hasta ahora no habíamos sido atendidos y nos manteníamos en la incertidumbre. Al menos, ahora sabemos que existen interlocutores válidos con quienes hablar y que conocen que somos 800 puestos entre regularizados y los que están en vías de hacerlo, y que, sin duda, son parte importante de la ciudad”, enfatiza Carmen Tejera.
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