Organizaciones medioambientales protestan ante un torneo mundial de golf en Tenerife
Varias decenas de personas vinculadas a plataformas ecologistas y movimientos sociales de Tenerife han protestado este miércoles durante la celebración del torneo World Corporate Golf Challenge (WCGC) en el municipio de Adeje, para denunciar el “despropósito” que supone el gasto de más de “tres millones de litros de agua” que tienen estos centros turísticos cada día.
Organizaciones como la Asociación Tinerfeña Amigos de la Naturaleza (ATAN), Salvar la Tejita o Revolución Científica se dieron cita frente a las instalaciones del Club de Golf Costa Adeje, donde realizaron una manifestación con proclamas como “no es sequía es saqueo” con el objetivo de concienciar sobre el impacto que tienen estos centros sobre los recursos hídricos de la isla.
Sisto Domingo García Nova, perteneciente a ATAN, ha explicado a EFE que no están en contra del turismo, pero sí reclaman un modelo más “sostenible y de calidad”, ya que el impacto de los campos de golf en la isla no solo afecta a la distribución del agua, sino también a áreas protegidas cercanas por el uso de “pesticidas, herbicidas y otros productos químicos contaminantes”.
“El mayor problema es la escasez de agua que tenemos. Mientras nosotros tenemos escasez de agua en nuestros pueblos, en nuestras casas, se siguen regando los campos de golf, los turistas se siguen bañando en las duchas de las playas y nosotros no tenemos agua ni siquiera para regar nuestras plantas. Esto no es un sostenible”, ha indicado García Nova.
Los manifestantes portaban carteles con mensajes como “agua para vivir, no para jugar” o “Tú disfrutas, nosotros sufrimos”, este último escrito en inglés para que pudieran leerlo los turistas , pero también contra el histórico alcalde del municipio de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, en el cargo desde 1987.
Los promotores de la movilización han afirmado que el Ayuntamiento de Adeje contempla la construcción de un nuevo complejo turístico de lujo con campo de golf en la zona de Hoya Grande, que rondará los 90.000 metros cuadrados y tendrá capacidad para 1.860 camas, lo que, en su opinión, aumentará la presión sobre la capacidad hídrica de la isla, que se encuentra en estos momentos en una situación complicada después de un verano marcado por el fuerte calor.
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