Salvar La Tejita llevará las obras del hotel tinerfeño a la Fiscalía Anticorrupción
La tramitación del proyecto de construcción de un hotel en la playa de La Tejita, en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona, estaría plagado de irregularidades y supuestas connivencias entre administraciones para favorecer intereses privados, vulnerando las normas. Ese es el convencimiento de los miembros del colectivo medioambiental Salvar La Tejita tras analizar la sucesión de acontecimientos y una serie de documentos relacionados con el proceso de tramitación de la obra. El siguiente paso contempla presentar esa documentación ante la Fiscalía Anticorrupción para depurar responsabilidades y lograr la paralización del proyecto, según expresó Rubén Pérez, portavoz de la organización ecologista.
Alrededor de medio centenar de manifestantes se concentraron desde poco antes del mediodía de este sábado en las inmediaciones de la playa de La Tejita, en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona, en una nueva concentración para exigir paralizar la edificación del hotel.
El plan de construcción hotelera en esta franja del sur insular se ha convertido durante los últimos tiempos en una bandera de las protestas medioambientales de la Isla, territorio tradicionalmente sometido a una intensa presión urbanística sobre su litoral, a pesar de la abundante legislación proteccionista existente. De hecho, varios meses de movilizaciones y reclamos ante las administraciones competentes no han logrado impedir de forma general la continuación de los trabajos de construcción en La Tejita, iniciados en el pasado mes de mayo y que se encuentran ya bastante avanzados.
Los colectivos Salvar La Tejita y la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) han encabezado las protestas contra el proyecto hotelero La Tejita Beach Club Resort, de cinco estrellas, cuya promotora –el Grupo Viqueira, de origen gallego- ha sido denunciada en vía penal ante los juzgados de Granadilla, a la que se suma un recurso contencioso-administrativo contra la licencia de obras otorgada por el Ayuntamiento en diciembre de 2018.
El proyecto está ahora mismo pendiente de la decisión que adopte el Servicio Provincial de Costas, dependiente de la Dirección General de Costas y Mar, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que tiene sobre la mesa la petición de paralización cautelar formulada por los colectivos ecologistas, respaldada también por la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Ejecutivo canario, con su titular, José Antonio Valbuena, al frente.
En el fondo de la cuestión está la propuesta de revisión, en manos de Costas, del deslinde de la zona de servidumbre marítimo-terrestre en una franja de costa de casi 500 metros en esta parte del litoral, en una parcela colindante con la Reserva Natural Especial de Montaña Roja (donde se incluye la playa de La Tejita). La actual zona de servidumbre en la citada franja es de 20 metros, pero su posible ampliación hasta los 100 metros, tal y como solicitan las organizaciones vecinales, impediría el proyecto del hotel según está concebido.
Los manifestantes responsabilizan directamente al Ayuntamiento de Granadilla y al Servicio Provincial de Costas sobre las consecuencias de estas obras, entendiendo que afectarían de manera irreversible al paraje natural protegido de Montaña Roja. Ambos colectivos reclamantes afirman que el proyecto del Grupo Viqueira carece incluso de un plan para el tratamiento de aguas residuales, careciendo de una depuradora.
El colectivo Salvar La Tejita califica de “tibio” el papel del Gobierno regional en este litigio y consideran que tiene capacidad y competencia para hacer algo más. Es por ello que reclaman al consejero Valbuena que “actúe ya” para forzar la paralización de la obra.
A juicio de los ecologistas, la tramitación del proyecto está plagado de puntos oscuros, con la desaparición de documentos y firmas o la superación de plazos legales para la urbanización del lugar, entre otros aspectos que invitan a la sospecha, por lo que entienden que la Fiscalía Anticorrupción debe tomar cartas en el asunto.
Espacio singular
Con una longitud de alrededor de un kilómetro y poco más de treinta metros de ancho, la playa de La Tejita es uno de los espacios de ocio marino más carismáticos de la costa tinerfeña, preservado durante décadas del proceso de masificación y urbanización del litoral y referencia para todos los interesados en la práctica nudista en la isla.
El espacio comprendido por La Tejita y Montaña Roja es un espacio protegido, de gran valor ecológico, declarado paraje natural de interés nacional en 1987 y reclasificado siete años después como reserva natural especial dentro de la conocida como Ley de Espacios Naturales de Canarias. Sus 166 hectáreas de extensión están catalogadas como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) en el marco de la región macaronésica de la Unión Europea, con la consideración de Zona de Especial Conservación (ZEC) por parte de la Comunidad Autónoma de Canarias y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Son características sus formaciones volcánicas, con dunas fósiles de litoral y humedales, reducto de algunas especies endémicas de fauna y flora casi desaparecidas. Algunas de las más emblemáticas son el chorlitejo patinegro y la piña de mar. El chorlitejo patinegro fue declarado Ave del año 2019 por la asociación ecologista SEO-Birdlife con el propósito de alertar sobre el frágil equilibrio de sus poblaciones cada vez más menguadas. La piña de mar es un pequeño arbusto considerado como un endemismo en peligro de extinción dentro del catálogo nacional de especies amenazadas, y presente exclusivamente en reducidos enclaves costeros de las islas de Gran Canaria y Tenerife.
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