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Veterinarios del Cabildo de Tenerife sacrifican una ballena calderón con una lesión mortal causada por un barco

La ballena calderón sacrificada este domingo en aguas cercanas a Arona

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

Veterinarios del Cabildo de Tenerife que realizan sus funciones en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla se vieron obligados este domingo a sacrificar una ballena calderón joven, con unos dos metros de longitud, debido a la lesión mortal que le había causada casi con toda seguridad la hélice de un barco que faenaba por la zona.

Esta intervención supone la primera eutanasia que se realiza en alta mar a un cetáceo herido de muerte en Canarias, según indicaron fuentes vinculadas a la intervención de urgencia.

La asistencia veterinaria, que se produjo en alta mal en horas de la tarde de este domingo y en aguas marinas cercanas al puerto de Los Cristianos (municipio de Arona), consistió en el sacrificio del cetáceo, que presentaba la rotura de su cola seguramente al chocar con la hélice de una embarcación.

A la ballena calderón tropical o piloto, tras ser analizada por los veterinarios de La Tahonilla, se le practicó la eutanasia debido a que su grave estado de salud era irreversible y no se podía hacer nada por salvar su vida.

La presencia de personal de La Tahonilla en la zona donde se hallaba la ballena herida fue posible gracias a la colaboración de las asociaciones Tonina y ACEST, que avisaron y apoyaron para dar la asistencia apropiada a ese animal en fase terminal.

Tras sacrificar a la ballena, el cadáver se trasladó a puerto y desde ahí se llevó a las instalaciones del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla, en La Laguna, donde se le realizó la necropsia con el apoyo técnico del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Para estos trabajos, se desplazó desde Gran Canaria a ese centro del Cabildo el director del IUSA, Antonio Fernández.

Este suceso vuelve a poner en entredicho las condiciones de seguridad para los cetáceos en que operan las embarcaciones que se dedican al avistamiento de estos mamíferos, la presión turística que estos sufren en aguas del sur de Tenerife y los riesgos a los que esta fauna marina está sometida, incluso con alcance muerte, como ha sido el caso descrito, ocurrido cerca de Los Cristianos este domingo.

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