Diez años de cárcel para el hombre que asesinó a su amigo tras una noche de copas en Tenerife

Varias personas con vasos de bebidas alcohólicas

Tenerife Ahora

10 de diciembre de 2020 13:03 h

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La sección segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha penado con diez años de cárcel al hombre que asesinó a su amigo tras una noche de copas en Tenerife.

Los hechos ocurrieron el pasado 5 de julio de 2018, cuando el acusado J.A.P y el asesinado M.M consumieron bebidas por la zona de Guamasa, en el municipio de La Laguna. Después, ambos abandonaron el lugar en el coche del acusado. La sentencia relata que, en un momento determinado de la noche, entrada la madrugada y por causas desconocidas, los dos comenzaron a discutir de forma violenta a la altura del Club de Golf de Guamasa.

De acuerdo con el fallo, J.A.P, en un gran estado de alteración, le clavó diversas puñaladas en el cuello con una navaja multiusos a M.M, actuando con “absoluto desprecio por la vida de su amigo”. Estos cortes provocaron heridas penetrantes en el lado izquierdo del cuello de la víctima, dos heridas en la línea del cuello y diversas incisiones en la mano que acabaron provocando su muerte por shock hipolovemico, es decir la falta de sangre derivada de las heridas produjo que el corazón fuese incapaz de bombear y acabó con el fallecimiento de la víctima.

En los instantes antes de su muerte, M.M agonizaba en la cuneta de la carretera. En este momento, el acusado J.A.P no prestó auxilio a su amigo, sino que abandonó y se marchó a su casa en busca de una cincha, un utensilio para asegurar las sillas en las que se monta a caballo y guardó su vehículo. Luego volvió al lugar del crimen y se aseguró de que M.M hubiese fallecido. Una vez confirmado, J.A.P arrastró desde la cuneta el cadáver de M.M hasta el interior de una finca abandonada en la inmediaciones, donde fue encontrado tres días después de su asesinato, el 8 de julio de 2018.

El fallo del Jurado probado por unanimidad declara, además, que el asesino permaneció más de una hora junto al mismo mientras se moría, “sin pedir auxilio ni asistencia médica” y lo dejó entre la maleza hasta que fue descubierto por la Policía.

De esta manera, J.A.P ha sido condenado a diez años y un día de prisión por homicidio. En esta línea, la Audiencia Provincial afirma que el acusado actuó con voluntad de matar o animus necandi. Para este tipo de delitos se exige la presencia del dolo o la intencionalidad, es decir la consciencia con la que se comete el acto. De modo que, el Jurado estima que J.A.P actuó con consciencia de sus actos pero no con premeditación al matar a M.M.

El fallo informa de la condena de diez años y un día de prisión, con abono del tiempo pasado en prisión provisional y desde la detención, así como al pago de las costas procesales y a la indemnización con 150.000 euros a los hijos de la víctima en base a un concepto de responsabilidad civil.

A esta resolución judicial se puede interponer un recurso de apelación en el plazo de diez días, que comienzan a contar desde el día siguiente de su notificación.

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