Faltan algo menos de dos años y ya se han puesto en marcha las maquinarias de los partidos políticos en algunos puntos calientes de la geografía archipielágica y macaronésica. El norte de Tenerife no es ajeno a los primeros escarceos de candidatos, sobre todo donde se espera vuelco electoral. En La Orotava, por poner un ejemplo tonto, el alcalde, Isaac Valencia, que ya vio las orejas al lobo de la minoría en la última consulta, quiere repetir. Pero en Coalición -mejor dicho, en ATI, que para eso las esencias son villeras- saben que, entre trapisondas y caprichos urbanísticos y de mobiliario urbano, su deterioro es considerable. El episodio del antiguo Teatro Atlante, que traerá cola, puede ser la perdición del regidor orotavense. Por eso están al acecho?