Sólo le faltaba al consejero Mario Hernández Sanginés, experto en algunas cosas de asuntos sociales y programas de festejos en general, adentrarse en las procelosas aguas de la obra pública de enorme y desmesurado presupuesto. Lo ha hecho imitanto a su compañero de Corporación Gonzalo Angulo, que ha conseguido sorprendernos a todos con un largo serial de acontecimientos acerca de la capacidad pública de multiplicar por cuatro el presupuesto inicial de un estadio, por poner un ejemplo. Sanginés no iba a ser menos y, a la espera de ponerle una cocina a El Sabinal, ya sabemos que su coste se ha multiplicado de tal manera que ha sido necesario convertir las pesetas a euros para que los ceros cupieran en la calculadora. Si ya teníamos Angulo Arena, ahora podemos presumir también de un Sanginés Memorial, muy al estilo norteamericano, sólo que allí los hospitales que alguien dona son pagados por el mecenas en cuestión y no con dinero público. Esta nueva demostración de la eficacia y buen hacer del consejero de Asuntos Sociales del Cabildo grancanario le catapultará aún más hacia sus nuevos destinos en Coalición Canaria, una vez ha quedado de manifiesto que José Manuel Soria, su actual y natural líder, no lo quiere ver ni en pintura.