Continúa coleando de modo espectacular la decisión de Román Rodríguez y de Nueva Canarias de mandar a hacer puñetas el grupo parlamentario canario en el Congeso de los Diputados. Ya saben que ha pedido su pase al mixto, lo que significa que el artificio de tres diputados más dos prestados por el PSOE que tenía Coalición Canaria se derrumba como un castillo de naipes. Con ese derrumbe pierde el portavoz del grupo -hasta ahora Paulino Rivero- el potentísimo Audi con chófer en Madrid las 24 horas que usaba para cruzar la Gran Vía, y se pierde sobre todo el derecho a intervenir en los debates en el turno de los grupos parlamentarios, y no a las ocho de la mañana con la única presencia de los ujieres y los taquígrafos. Lo sentimos por Ani Oramas.