Más movida, que vienen las elecciones. A este consigna empiezan a responder innumerables muestras de nerviosismo político, de reposicionamiento, de ruptura calculada, de revolcón no tan calculado y de fichajes estrella. Por no mencionar los fichajes estrellados, que son como los huevos de Lucio, pero menos sabrosos. Santa Brígida, donde se estrenó en España la alcaldía time sharing antes de que Mauricio lo intentara con estrepitoso fracaso en Las Palmas, no iba a estar ajena a estos fenómenos paranormales y paralectorales. Carmelo Vega se consolida como líder indiscutible del PP satauteño, además de ganar puntos como inigualable organizador de asaderos y condumios varios. En compañía, siempre, del irrepetible don Francisco, el de la tele durmiente, a cuyo hijo Carmelo llevará de número dos para asegurarse los correspondientes espacios electorales televisivos. Ha tenido una fisura el alcalde en la persona de Quietito, el concejal que se le ha ido cabreado y con ganas de regresar al abigarrado mundo de la radio comercial de la zona centro de la isla. Coalición Canaria, mientras tanto, se ha desmoronado y todo hace indicar que será Luis Troya el que encabece la candidatura, lo que supone una clara desautorización del exalcalde Antonio Ojeda, al que este viernes por la noche pudo vérsele dirigiendo las maniobras de retirada del rótulo de CC en la calle de los Alféreces Provisionales para restituir el cartel que había antes de que se fusionara con los nacionalistas de toda la vida.