No hace falta que el Cabildo nos invite a sus convites a la prensa, la verdad. Finalmente nos terminamos enterando de todo, como que se saltó de los enyesques a los postres sin pasar por un plato principal, o que ni a Héctor Pérez Quevedo, jefe de prensa, ni a la ayudante que se llevó a comer caliente se les ocurrió llevar un mísero dossier que demostrara que lo que decía Saluqui estaba realmente documentado. Ella estaba allí moviendo papel tras papel tratando de demostrar que lo que el Cabildo trata de hacer en El Pino ya se hace en otras autonomías, incluidas las socialistas. Es lo que llaman “gestión indirecta” (con algunas particularidades que la hacen inviable en este caso), pero como la tienen cogida con el PP, pasa lo que pasa. Y la verdad es que es una pena que no les entienda nadie. Habrá que hacer más comidas.