“Voy a hablar sin complejos, porque ya hay que hablar sin complejos”, advirtió la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, durante el acto de la Cámara de Comercio. Se podrán imaginar el tembleque en que quedaron sumidos los empresarios al escuchar tamaña advertencia. Ya se sabe que cuando Pepa habla sin complejos puede ocurrir cualquier cosa, y ocurrió. La alcaldesa pidió a los empresarios que apoyaran “los grandes proyectos para la ciudad”, y puso un único ejemplo, La Gran Marina, a la que primero llamó ordenación del frente marítimo para, a continuación, terminar de encharcarla. Tenemos que dar las gracias a Manolo Soria porque de no haber sido por sus ansias de hablar, nos hubiéramos perdido todos esta nueva ocurrencia de ese portento de alcaldesa que tiene la capital de Gran Canaria.