Resulta curioso observar cómo el mismo partido que gestionó con los resultados ahora conocidos privatizaciones tan funestas como las del matadero, Sialsa o los tributos, mueve ahora los hilos por detrás para crearle problemas al grupo gobernante en el Cabildo. Román Rodríguez y José Miguel Pérez se han enrocado y no parecen tener muchas ganas de ceder a las presiones, ni siquiera a las de los bomberos, pertenecientes a un consorcio insular en el que el Cabildo sólo tiene un 40% de participación (el resto es titularidad municipal). A estos profesionales se les presenta un fin de verano movidito si se dan a conocer sus condiciones laborales: sueldos medios de 46.000 euros al año trabajando cinco días al mes, con un nivel de absentismo del 30% y unas exigencias salariales inasumibles... El consorcio les está pidiendo que rebajen sus pretensiones y que accedan a trabajar seis días al mes durante los próximos ocho meses, de modo que caigan las retribuciones extras, pero ellos quieren ir a la lucha. En su derecho están.