Y, en segundo lugar, porque el discurso del adelgazamiento de las administraciones que continuamente esgrime el PP canario se tropieza con la incomodidad de los hechos. El PP se resiste a ejecutar lo que pregona, porque ni disuelve las diputaciones provinciales para generar un ahorro inmediato de 1.000 millones al año, ni amortiza los defensores del pueblo de cada autonomía. Después de haberlo proclamado por activa y por pasiva, solo después del triunfo electoral de Rajoy ya han sido dos los defensores del pueblo que han tomado posesión de su cargo. Pero si es contradictorio y cínico el discurso crispado de María Australia Navarro, este miércoles se convirtió en inoportuno. Su comunicado sobre la “cobardía” de Paulino Rivero y su negativa a recortar su “chiringuito político”, coincidió con el descubrimiento de que su compañero de partido José Miguel Bravo de Laguna acaba de adjudicar un contrato de 140.000 euros solamente para que una empresa externa le haga notas de prensa y lo saque como un brazo de mar en los periódicos y en las teles.