Lo ocurrido este viernes en Arinaga no es cuestión baladí. Por primera vez se puede visualizar el pacto no escrito pero ya en vigor entre el PSC y Nueva Canarias, pacto que no operó de modo efectivo para la renovación de los órganos de la Caja Insular de Ahorros, pero que promete ser muy positivo para las partes próximamente. José Miguel Pérez ha logrado lo que pocos socialistas han logrado en Canarias, que es entenderse con otras fuerzas políticas. Con NC se podría garantizar la presidencia del Cabildo y unas cuantas alcaldías, y la gente de Román Rodríguez asegurarse plazas tan estratégicas como Telde. Si el pacto funciona y ambos partidos suman, el PP podría perder muchas alcaldías, con el efecto devastador que ello pudiera tener en quien parece fabricado exclusivamente para el poder supremo. Esperemos que hayan roto el molde.