Bueno, y ya metidos en harina galdense, les acercamos la última, con la promesa firme de tenerles informados de todo lo que ocurra en torno a las anomalías detectadas bajo el mandato de Godoy. Sumen a lo de El Agujero algo aún más grave: en Sardina, en los bajos destinados a comerciales de un edificio, alguien ha decidido hacer unos garajes, y como el desnivel de la calle colocaba uno de los accesos a una altura inalcanzable para un coche, rianga, rampa que te crió. Lo malo no es que alguien haga una rampa, ni que convierta en garaje unos comerciales. Lo malo es que la tal rampa se he llevado una acera por delante, lo que significa que los peatones han de bajar a la calzada para poder pasar. Como se podrán imaginar, la obra carece de licencia, porque nadie puede autorizar semejante barbaridad. ¿O sí?