“Este partido se ha vuelto loco”. La frase, de un histórico y leal militante socialista tinerfeño, resume a la perfección lo ocurrido este martes en las votaciones preliminares para designar candidatos a las próximas elecciones generales de marzo. El que se perfila como número uno oficialista al Congreso de los Diputados por la provincia occidental, José Segura, hizo una finta de virtuoso en su propia Agrupación Local, la de La Laguna, pidiendo a sus compañeros que se ahorraran votarle. Evitó de este modo un titular en la prensa de este miércoles que dijera que el delegado del Gobierno había sido derrotado en su propio feudo, tal y como preveían Javier Abreu y su club de fans. Pero la derrota llegó más tarde, en Santa Cruz, donde no retiró su candidatura, ni siquiera aduciendo cosas extravagantes sobre sus competencias institucionales.