Desconocemos por completo cómo lo tienen los actuales secretarios generales del PSOE en las diferentes federaciones socialistas, pero les podemos garantizar que más de uno está haciendo cuentas desde este domingo hasta sacarle humo a las calculadoras. Y todo porque los nuevos aires de Zapatero han reformado los estatutos del PSOE para que la elección de ejecutivas y secretarios generales se vote siempre, aunque sólo haya un candidato o una sola lista. La desaparición de la elección por aclamación va a obligar a los candidatos a profundizar en los apoyos, a ser audaces con las propuestas y con los equipos, y en definitiva, a trabajarse mejor los congresos. A algunos les dará tiempo de retomar el asunto, pero a los que, por ejemplo, tienen congreso este fin de semana, les queda muy poco tiempo para conseguir un triunfo elegante y suficiente.