El anuncio de Soria de que iniciaría las conversaciones para formar gobierno sólo ha servido de momento para rellenar espacios en la prensa. Nadie parece haberle hecho puñetero caso, el mismo exactamente que él y Paulino Rivero le hicieron a López Aguilar hace exactamente cuatro años, con la diferencia de que entonces el socialista no empató con nadie, sino que sacó a su inmediato seguidor (CC) la nada despreciable distancia de siete diputados, y al tercero, el PP, once. La amarga victoria ha llevado a los dirigentes del PP a lanzar todo tipo de ofertas en los foros donde han podido: desde un supuesto nombramiento de Jerónimo Saavedra como consejero de un gobierno presidido por Soria, hasta el poder completo para Julio Pérez en el Ayuntamiento de Santa Cruz con tal de hacer alcaldesa a Cristina Tavío, pasando por una docena de alcaldías para socialistas en la isla de Tenerife. En CC-ATI calaron de modo terrorífico esos rumores, alimentados por algunas indiscreciones de dirigentes socialistas tinerfeños que hablaban de autonomía para pactar dado “el debilitamiento de José Miguel Pérez”. Pero éste mantiene férreas sus órdenes de que nadie pacte nada hasta que él lo diga, que primero es el Parlamento y después todo lo demás. Hasta la tarde de este martes no había acuerdo cerrado.