La verdad es que no sabemos muy bien qué presidencia es la que más molesta de Gómez Cáceres a José Manuel Soria. Las últimas decisiones del ámbito de lo contencioso-administrativo no han sido muy favorables a las administraciones regidas por el PP, lo que seguramente nada tendrá que ver con descuentros recientes y sí con la forma atolondrada de actuar que han tenido algunos los últimos años. Quizás haya sido la suspensión del decreto eólico lo más doloroso, aunque hay quien dice que gracias a que se produjo ese revés judicial, la sangre no llegó al río ni los maletines a los sobrecogedores profesionales. Gómez Cáceres es magistrado, pero en su faceta de presidente de un club de fútbol llegó a amenazar hace un año con recurrir cualquier convenio con la UD para reclamar un trato equivalente para el Universidad. Veremos qué hace.