José Miguel Pérez será lo que será, pero cuando le sale ese carácter que él tiene, hay que echarse a temblar. Este jueves se puso levantisco porque Soria no le dejó debatir sobre el istmo. Tan levantisco, que hasta terminó levantándose del pleno junto a sus consejeros dejando allí a Roberto Moreno, en plan secretario de actas. Ya se había levantado anteriormente para ir a evacuar aguas menores, como todo hijo de vecino, sin percatarse de que para similar operación ya se le había adelantado Juanjo Cardona, del PP-sector democrático. Y como el baño sólo tiene dos meódromos, Pérez prefirió hacerse el loco y esperar en la puerta hasta ver si salía su adversario y ahorrarse ese ridículo cruce de palabras que sólo a dos señores de sexo masculino se les puede ocurrir cuando tienen las manos en tales menesteres. “¿Qué, bonita moción eh?”; “Pues anda que la tuya”. Y no es plan. Así que esperó y lo que salió fue un periodista. Al final entró y miccionó, y salió junto a Cardona. Con la prensa en la puerta haciéndoles la ola. Plenos los de antes.