Muy bonito, a la par que elegante, el modo de funcionar que tienen las instituciones públicas. No nos referimos al Ayuntamiento de Cuenca y al Cabildo de El Hierro, separados por un puñado de kilómetros y de desconocimiento mutuo. Nos referimos al Cabildo de Gran Canaria y al Ayuntamiento de Las Palmas, que se encuentran en la misma isla, por si alguien no se ha percatado hasta la fecha. Resulta que a la altura de la Casa del Gallo, en Tafira, a un kilómetro escaso de donde vive el alcalde y a mucho menos de donde vive el consejero de Obras Públicas de la Corporación insular, el consistorio ejecuta las obras de una plaza monísima. Desconocemos lo que va a costar esa dotación, pero ya Miguel Jorge Blanco ha llamado a Cardona a ver si la puede ir mandando parar porque allí mismito va una rotonda que evitará los graves trastornos que padecen los vecinos de la zona cuando pretenden dar la vuelta. Un ejemplo más de la coordinación que preside los actos institucionales. Si no se conocen nos ofrecemos a presentarles, que piadosos no seremos, pero educaditos sí.