Tiene mucha suerte José Manuel Soria en algunos juzgados de Canarias. Recuerden aquel auto de archivo del escándalo de Jinámar, cuando acudió a declarar como imputado y en pleno mes de agosto un juez sustituto lo exoneró tan ricamente. Recuerden, más recientemente, el auto de la Sala de lo Contencioso en el que se denegaron las medidas cautelares solicitadas por el Colegio de Arquitectos para que se paralizara el concurso ilegal del istmo de Santa Catalina. Un auto, por cierto, tan oportuno como el que hoy les comentamos, porque se emitió el mismo día que el trío del istmo fallaba el concurso de los arquitectos estrella. Este nuevo auto, dictado in voce, una modalidad bastante infrecuente, aparece deprisa y corriendo veinticuadro horas antes de que se celebre en Arinaga una reunión del consejo rector de ese polígono. Ni que decir tiene que el Ayuntamiento de Agüimes recurrirá en las instancias que le permita el ordenamiento legal vigente.