No le arrendamos las ganancias al periodista de la COPE que ha decidido denunciar a Julio Suárez, porque lo más probable es que, cuando comparezca en el juzgado de lo penal, diga que él lo único que hizo fue ponerse de rodillas y encomendarse a la Virgen de Fátima, rezar un Santo Rosario y rogar por las almas del purgatorio. El pasado jueves hizo algo similar ante un juez en la demanda de ocho jugadores del Universidad contra nuestro periódico por las informaciones relativas al tongo frente al Cádiz de hace tres temporadas. Dijo que no había hablado nunca con dos periodistas de esta casa a los que dijo cosas muy gruesas sobre la honorabilidad de sus jugadores. Pues bien, este domingo hemos comprobado la madera de la que están hechos Julio Suárez (que presuntamente pegó incluso a un periodista) y algunos de sus pupilos, como Ojeda, que repartió tortas a diestro y siniestro, y David Medina que terminó pegando al médico de la Ponferradina.