Dicen los expertos conocedores de la forma de andar que tiene la perrita que el creativo de la valla de la discordia, la de Zapatero y Paulino traicionando los intereses del PP, es un amigo de José Manuel Soria, de esos que cultivó en su juventud en el barrio teldense de Salinetas. Se llama Sergio Ramos, y es ese enorme acompañante que tiene casi permanentemente Rajoy a su lado grabándole los vídeos que luego se cuelgan en Internet. Ramos, que vive en Madrid y está muy cercano al presidente nacional del PP, quiso exportar los modos de la campaña madrileña del partido aún a riesgo de que la Junta Electoral les afee la actitud e incluso imponga una multa a los trasgresores. El efecto ya está conseguido, presume Ramos ante los suyos. Veremos qué efecto, porque ya se sabe que un sector amplio del electorado rechaza este tipo de comportamientos rastreros. La Junta Electoral Provincial de Las Palmas se reunirá este jueves para analizar la cuestión, y valorará la reacción tardía del PP, que ya ha tapado el logo y el lema de campaña de CC y ha incluido en las vallas su logotipo, algo que debió hacer desde el principio, en vez de dedicarse al pirateo. Y hablando de pirateo, ¿quién es el propietario de vallas legales e ilegales que tiene sublevado al sector por sus actitudes al margen de las ordenanzas? ¿Fue pillado con trabajadores ilegales colocando carteles en la circunvalación? ¿Lo sigue protegiendo su suegro pese a regalarle vallas a Soria? Ay, ¡mi cabeza!