Contradijo Domingo Berriel a su compañero de Gobierno Manuel Fajardo, los dos consejeros más orientales del equipo de Adán Martín. Quizá interpretó mejor la clave del interés general el conejero, que sabe perfectamente que Anfi Tauro tiene en sus manos más de 2.000 camas con licencia sin ejecutar y que, para colmo, tiene un plan parcial suspendido por la ley. Ante esas realidades, cabe sin duda aplicar con mucho cuidado y rigor qué tiene y qué no tiene interés general. Berriel lo sabe, que para eso es licenciado en Derecho y alumno aplicado. Pero puede ser, como decíamos más arriba, que la memoria le haya jugado una mala pasada. Seguro que rectifica.