Las razones esgrimidas por Pérez Camacho y Rodríguez de la Fuente estaban referidas al incremento presupuestario, algo que Paco Moreno, el director general, viene defendiendo con los argumentos de que dispone, con los datos que van arrojando los medidores de audiencia y el grado de ejecución de los encargos. Duro empleo el que aceptó Moreno, al que pudo vérsele este martes en el Parlamento con cara de estar hasta la cintita de la gorra de tanta revoltura. El presidente le apoya, se pudo observar, lo que debería ir animando al director general de la cosa nuestra a echar el resto. Más que nada porque de la puerta de al lado asomaba el hocico el que controla las perras, que debe tener la fundada sospecha de que o se candidata de una vez y pide espacios electorales, o cuando se decida va a ser demasiado tarde, Flanagan.