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La Justicia decreta el ingreso en prisión de Suárez Gil por incumplir la orden de alejamiento sobre su exesposa

Suárez Gil sale del Palacio de Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, en una foto de archivo.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El Juzgado de lo Penal número 5 de Las Palmas de Gran Canaria ha decretado el ingreso en la prisión de Juan Grande de José Miguel Suárez Gil, expresidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, por quebrantar en reiteradas ocasiones la orden de alejamiento sobre su exesposa, la abogada Josefina Navarrete. El mandamiento judicial, notificado este jueves, llega después de que la Audiencia Provincial de Las Palmas desestimara el recurso de apelación que el empresario interpuso para reclamar la suspensión de la pena de diez meses de cárcel que se le había impuesto.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria condenó al también ex diputado regional en septiembre de 2011 a un año de cárcel por los delitos de amenazas y coacciones contra Navarrete, a quien el 4 de enero de ese año encañonó con una pistola con balas en la recámara en un incidente que tuvo lugar en el chalet que ambos compartían en la carretera general de El Fondillo.

Al carecer de antecedentes policiales, la pena de prisión quedó suspendida durante un periodo de dos años, supeditada a una serie de condiciones, entre ellas que el condenado no se aproximara a menos de 500 metros ni se comunicara con su exesposa. Sin embargo, Suárez Gil incumplió esta medida en más de un centenar de ocasiones, lo que propició que el juzgado revocara la mencionada suspensión y ordenara su primer ingreso en prisión.

El procedimiento continuó con la celebración del juicio por quebrantamiento de la orden de alejamiento, tras el que fue condenado, en febrero de 2015, a diez meses de prisión. Esta resolución fue ratificada en junio por la sección Primera de la Audiencia Provincial, que desestimó las alegaciones presentadas por el empresario. Suárez Gil defendía que el dispositivo telemático que debía portar y que avisaba de la entrada en la zona de exclusión presentaba errores técnicos y que en todo ese tiempo “nunca llegó a verse” con Navarrete.

Posteriormente, el expresidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria solicitó la suspensión del ingreso en prisión, primero ante el Juzgado de lo Penal número 5 y después ante la sección Segunda de la Audiencia Provincial, siendo en ambos casos desestimada su pretensión. El apelante sostenía que no se había tenido en cuenta los “numerosos informes médicos” aportados en la causa, que advertían de un “trastorno depresivo mayor y una cardiopatía obstructiva”.

Además, precisaba que el quebrantamiento de la orden de alejamiento se había producido por las incidencias emitidas la pulsera conectada al Centro Cometa, del Cuerpo Nacional de Policía, y no por denuncias de su exesposa, y que no había vuelto a delinquir.

La Audiencia Provincial rechazó estos argumentos al entender que no concurría ninguna circunstancia excepcional para conceder el beneficio de la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad. En un auto emitido el pasado 3 de febrero, la Sala recuerda que Suáreza Gil “ya tenía las enfermedades” cuando cometió el delito y remarca que, si bien el ingreso en prisión puede agravar la depresión, “ello no implica que las penas no puedan cumplirse”.

Tampoco considera este órgano judicial que la situación económica y social del empresario sea excepcional e incide en que el recurso presentado por Suárez Gil “sigue justificando su conducta”, lo que denota que “no ha asumido el carácter delictivo de sus actos”.

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