Victoria Rosell, tras el ingreso en prisión del exjuez Alba: “Es un buen día para la democracia”
La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ha asegurado que el ingreso en prisión del exjuez Salvador Alba supone un “buen día para la democracia y la confianza de la ciudadanía en las instituciones”, aunque también ha abogado por reforzar los controles anticorrupción en las instituciones.
Así se ha pronunciando en declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados tras conocer que Alba, el juez que conspiró contra ella, ha entrado este martes en un cárcel en Gran Canaria para cumplir la condena a seis años y medio como autor de un delito de prevaricación, otro de cohecho y un tercero de falsedad documental precisamente para perjudicar a Rosell.
La delegada contra la violencia de género ha destacado que era necesario el estricto cumplimiento de la sentencia contra un “corrupto” y “tan relacionado con el poder” como Alba, con esa entrada en prisión que se suma a su expulsión de la carrera judicial a pesar de las “triquiñuelas” que ha intentado para retrasar la ejecución de la pena.
Rosell ha apuntado que la sentencia emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) era de “tanta calidad” jurídica que el Supremo la confirmó sin cambiar “ni una coma”. “Es importante comprobar que las sentencias no son papel mojado sino que al final se cumplen”, ha ahondado Rosell.
Respecto a sus sensaciones tras el ingreso en prisión de Alba, ha dicho que tiene sentimientos “ambivalentes”, pues por un lado es una magistrada “nada punitivista y carcelaria”, pero en este caso era importante ser “ejemplar” ante la actuación del exjuez con el cumplimiento y ejecución de la condena.
La condena de Salvador Alba adquirió firmeza el 17 de noviembre de 2021. En esa fecha, el Tribunal Supremo ratificó el fallo dictado dos años antes por el TSJC. Hasta la orden de busca y captura dictada este martes y su posterior ingreso en prisión han transcurrido, por tanto, once meses. Alba, que ejercía en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas, fue condenado por los delitos “más graves que puede cometer un juez” en el ejercicio de sus funciones, como han reiterado diversas resoluciones judiciales.
Las instituciones “deben tomar nota”
Rosell ha resaltado que Alba era precisamente de los que se “mofaba” de las resoluciones que aplicaban causas humanitarias para evitar ingresos de cárcel, al ser la “típica persona débil con los fuertes” pero implacable con los “débiles”.
Además, ha opinado que hay que elevar controles institucionales para actuar ante cargos que se corrompen, máxime cuando se está hablando de la necesaria “rehabilitación política” de organismos como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional y que algunos “están pidiendo a gritos” porque está en juego la “calidad democrática”.
“Hablamos que existan controles para garantizar la democracia no solo en casos individuales, como han de ser penados, pero sobre todo para que no pase, para que un juez no retuerza tanto la ley de esta manera para enredar en un cohecho a un imputado y fabricar incluso pruebas falsas”, ha apuntado para añadir que el Ministerio Fiscal o el propio CGPJ deberían haber estado “más vigilantes”.
También ha cuestionado que el exministro popular José Manuel Soria haya quedado fuera de esta causa por la “conspiración” de Alba contra ella, al no ser citado ni una vez como testigo o imputado.
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