El proyecto de vertederos asociados a las obras de Los Tornos necesita evaluación ambiental al preveer impactos adversos

La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental prevé que el proyecto de vertederos asociados al acondicionamiento del Puerto de Los Tornos, en la construcción de la carretera N-629 de Burgos a Santoña, podría tener efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, por lo que considera necesario someterlo al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria.

Así figura en la resolución de la citada Dirección General por la que se formula informe de impacto ambiental del proyecto, que se ha publicado este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Ante la necesidad de vertederos debido al importante volumen de tierras sobrantes que deben gestionarse para la ejecución del proyecto, el promotor realiza una propuesta que se somete a procedimiento de evaluación simplificada.

El proyecto contempla la ejecución de ocho vertederos donde depositar los excedentes asociados al proyecto de construcción a ubicar en Soba porque no existen en el entorno de las obras zonas degradadas o canteras que admitan el material sobrante para su restauración, lo que ha exigido la localización de áreas de vertido.

Entre los potenciales impactos que se deducen de la documentación del promotor y los informes recibidos en el periodo de consultas figuran afecciones sobre la geomorfología al generarse formas geométricas artificiales “de considerable volumen, altura y superficie en un el entorno relativamente llano”; y que el impacto sobre la vegetación procederá fundamentalmente de la eliminación de la cubierta vegetal.

También apunta el informe que, aunque no se verá afectado directamente ningún curso de agua por los rellenos, deberá tenerse en cuenta el efecto indirecto de las actuaciones sobre los mismos.

En cuanto a la fauna, respecto a la afección al aguilucho pálido, considera que debe contemplarse en el Plan de Vigilancia Ambiental; y en el paisaje, la Dirección General de Biodiversidad señala que todos los vertederos se sitúan en zonas de visibilidad alta, y que la capacidad global de acogida de las actuaciones se considera baja en su mayoría por lo que serían preferibles morfologías de vertido con un único nivel y que se adapten a las pendientes naturales de los terrenos circundantes, lo que “reduciría de forma significativa el impacto sobre el paisaje”.

Finalmente, apunta que siete de los ocho vertederos afectarán a la localidad de Herada (Soba) en la fase de obras debido a las actuaciones que conlleva la ejecución de los rellenos (ocupación del suelo, tránsito sobre la población de maquinaria de obra, etc.), si bien el impacto se considera “moderado” dada la temporalidad de obras. En este sentido, Biodiversidad manifiesta que la elección de alternativas alejadas de zonas de población reduciría de forma significativa este impacto. Mientras, la Dirección General de Urbanismo opina que debería estudiarse el impacto que pueda producir la modificación permanente del relieve en el núcleo de Herada.