El Hospital Valdecilla ha establecido restricciones en el acceso de personas a su servicio de Urgencias ante el rebrote de coronavirus que vive en la región. La medida afecta a los acompañantes, que solo podrán ser uno por día, lo que se justifica como una medida de protección tanto a pacientes como acompañantes y personal sanitario.
La cartelería en el hospital también se ha extendido al acceso general del mismo en donde se avisa del establecimiento de circuitos especiales para llegar hasta los pabellones en donde se ubica la unidad de Donantes de Sangre, así como se advierte del cierre de las puertas de acceso entre la medianoche y las seis de la madrugada.
Quiñones y Revilla siguen mandándose cartas
900 metros que se recorren a pie en 11 minutos median entre la Delegación del Gobierno en Cantabria, sita en la calle santanderina de Calvo Sotelo, y la Presidencia del Gobierno de Cantabria, sita en Peña Herbosa, pero la máxima representante del Gobierno central y el máximo representante del Gobierno autonómico prefieren comunicarse por carta acerca de las medidas de control en la calle por la pandemia de COVID-19.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, ha trasladado por escrito al presidente regional, Miguel Ángel Revilla, su “voluntad, empeño y compromiso para encontrar juntos los medios y recursos que sean necesarios para una mayor y más eficaz actuación en el objetivo compartido de frenar la propagación de la pandemia en la comunidad autónoma”, y le ha vuelto a pedir la adopción de nuevas medidas, como están haciendo otras comunidades autónomas para reducir las posibilidades de reunión y encuentro de grupos de personas en la vía pública sin control alguno.
Quiñones ha respondido al presidente de Cantabria a través de una carta en la que reivindica el “esfuerzo mayúsculo” que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están haciendo para “intentar llegar a cada rincón de Cantabria, para garantizar la seguridad, proteger la salud pública y dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía en un momento, y un contexto, tremendamente complicado para todos”, y “también y sobremanera para que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil desarrollen sus funciones”.
Esta es respuesta a la misiva que un día antes le remitió el presidente cántabro en la que le pedía a la delegada, en su calidad de máxima autoridad en las competencias de seguridad ciudadana en la Comunidad Autónoma, coordinación con los ayuntamientos para optimizar el control de las policías local y nacional y la Guardia Civil y paliar la escasez de efectivos frente al botellón.