ALBACETE

Registradas dos nuevas variedades de ajos en la Cooperativa del Campo Santa Mónica de Balazote

Hace años, la Cooperativa del Campo Santa Mónica de Balazote (Albacete) inscribía una nueva variedad propia de ajo llamada primicia blanco. “Antes teníamos un producto que era el ajo blanco que se sembraba en esta zona y que con los años se dejó de producir porque no se adaptaba bien al terreno”, resalta la bióloga Raquel Díaz. Hoy en día se cultiva el 'spring' blanco y la variedad propia de la cooperativa, primicia blanco que funciona y se adapta muy bien.

Esta variedad de ajo ha ganado terreno en la provincia de Albacete en cuanto al ajo morado. Desde el laboratorio señalan que trabajan según la demanda del agricultor y en este caso sí que se produce más blanco que morado. A pesar de que este último es el característico de esta zona, el rendimiento, la calidad y el precio ha provocado que se cultive más la variedad blanca. “Llevo muchos años trabajando en el sector del ajo y espero que el ajo morado de Castilla-La Mancha tenga un futuro mejor”, dice Díaz.

Asimismo, hace un par de años la Cooperativa volvía a inscribir otra variedad de ajo morado, ‘Moralba’. “Buscando y viendo el comportamiento del ajo morado, encontramos una cabeza que tenía unos aspectos diferentes a la del morado tradicional de Castilla-La Mancha. Por lo que seguimos su conducta y se mantenía”, explica la bióloga. En este sentido, la Oficina Española de Variedades Vegetales la aceptaron como una variedad de ajo diferente. Ahora se espera que sea lo suficientemente diferente y bueno para que convenza a los agricultores.

Estudios científicos sobre la virosis en el ajo y la selección de semillas para la mejora y rendimiento de este cultivo

La Diputación de Albacete y el Ayuntamiento de Balazote suscribían un convenio de colaboración entre ambas instituciones con el objetivo de favorecer la investigación en el sector agrario avanzando. En este caso, en los estudios científicos sobre la virosis en el ajo y la selección de semillas para la mejora y rendimiento de este cultivo, clave para Balazote y el conjunto de la provincia.

La producción de ajo constituye un pilar fundamental del mercado laboral de Balazote, con un gran peso específico en este sentido a través de la ‘Cooperativa Del Campo Santa Mónica’ y su laboratorio dirigido, alrededor de 20 años, por Raquel Díaz.

La investigación en el cultivo del ajo in vitro que se lleva a cabo en el laboratorio de la Cooperativa de Balazote es un proceso monótono que no ha evolucionado en el tiempo. En este sentido, ha podido cambiar el tipo de iluminación, climatización y el tipo de ajo con el que se trabaja. Asimismo, esta investigación por el año 1994 fue pionera en Castilla-La Mancha por el estudio que desarrolla sobre la virosis en el ajo y la selección de semillas.

Lamentablemente, “el ajo se investiga poco por lo que es muy difícil que haya avances. Son muy pocos departamentos de las universidades los que se dedican a estudiar la fisiología de este producto. Si que Bellido de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real nos echa una mano en este aspecto”, argumenta la bióloga.

Por lo general todos los ajos tienen virosis ya que el ajo no se multiplica por semilla verdadera, no se reproduce sexualmente sino de forma vegetativa. De cada cabeza de ajo se saca un diente y ese el que se vuelve a sembrar para producir una nueva planta. Una multiplicación normal que provoca que “se acumulen virosis u otro tipo de patologías en este producto sino se produce un proceso de saneamiento previo”, añade Raquel.

Proceso de saneamiento

Asimismo, el laboratorio de la Cooperativa de Balazote lleva a cabo este proceso de saneamiento. Con el cultivo in vitro “lo que hacemos es que, con un trocito de ajo, al que es muy difícil que hayan llegado virus, es hacerlo crecer a través de un cultivo especifico hasta que forma una planta suficientemente grande para poder manejarla en condiciones de cultivo tradicional. Por ello se utiliza en el laboratorio el proceso de cultivo in vitro. Siempre se intenta seleccionar un ajo con las mejores características”, explica la bióloga.

En este sentido, si el ajo es spring blanco se busca que la cabeza sea blanca, con pieles fuertes o que aguante las condiciones meteorológicas adversas. “Con el vitro no se intenta hacer ningún cambio sino sanearlo”, añade Raquel.

Una vez que este producto ha crecido lo suficiente se cultiva en su tiempo y forma en bandejas de alveolos dentro de un invernadero de adaptación durante el primer año. En este espacio se va aclimatando a las condiciones climatológicas variables que hay. Después se pasaría al cultivo en tierra donde se forman unos pequeños bulbillos, donde suele nacer un único diente de ajo.

“Este sería el final del primer año, por ejemplo, este proceso se hizo en marzo y hasta junio del próximo año no tendríamos ese bulbillo, con un solo diente, que ya nos serviría de semilla para el año siguiente. Este ajo todavía no se entrega a los agricultores porque es muy pequeño. Hasta que no pasan otras tres o cuatro campañas de multiplicación donde se forma la cabeza del ajo, con el cultivo tradicional protegidos con mallas anti-pulgón para que no contaminen nuestras plantas”, indica Raquel. Una vez pasados estos años, sería la semilla que se entrega a los agricultores de la Cooperativa de Balazote.

Se necesita llevar a cabo ese proceso de multiplicación para que se creen cabezas de ajos y sea rentable para el agricultor. “De cada diente de ajo se consigue una cabeza con 10 dientes cada año, se multiplica por diez prácticamente cada campaña”, añade la bióloga. Todo ello para que tenga un coste rentable para los socios y socias de la Cooperativa.

Buscar la calidad y un mejor rendimiento de este producto en el campo, es tarea del laboratorio desde donde indican que los ajos con virosis respecto a los que no, tienen un 30% menos de rendimiento. Programas de mejoras convencionales donde se siembra un tipo de ajo durante varios años para ver que su comportamiento se mantiene. Cada año se busca avanzar en el saneamiento del ajo, “trabajamos por tener lo mejor”, concluye la bióloga.