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El Colegio Oficial de Trabajo Social de Castilla la Mancha me ha solicitado una pequeña aportación para su columna sobre Trabajo Social. Para mi es todo un orgullo volver a la tierra dónde inicié mi andadura profesional hace ya treinta y cinco años, como una chica del Plan Regional de Acción Social (PRAS).
Llevo seis meses como presidenta del Consejo General con una nueva Junta de Gobierno y quiero remarcar un hecho histórico: por primera vez la Secretaría General del Consejo General está en manos de una castellano-manchega, Maribel Sánchez García-Muro. Empezamos con ilusión, asumiendo con responsabilidad y con ganas de cambio para defender la profesión y el impulsar el desarrollo de acciones que ayuden a consolidar y mejorar de las políticas sociales.
Para empezar estaría bien recordar, una vez más, a los poderes públicos la necesidad de diferenciar caridad asistencial de intervención profesional. La reforma en la Constitución para eliminar la palabra beneficencia fue un hito de la profesión iniciada hace años por nuestra compañera Patrocinio Las Heras Pinilla. Hemos remarcado muchas veces que este tipo de ayuda voluntaria y de buena fe nunca debe sustituir la responsabilidad del Estado para proteger los derechos universales reconocidos en la Constitución.
Nuestro plan de trabajo contempla cuatro ejes transversalidad que son guía de nuestras actuaciones. Estamos comprometidas/os con la búsqueda de la excelencia ética, mediante un compromiso de responsabilidad y transparencia en nuestras actuaciones. Como segundo eje consideramos que la perspectiva de género que aporta el feminismo se plantea como método de análisis y propuesta en los procesos de transformación social, política y económica, el Trabajo Social tiene que poner en valor su compromiso en aplicar el principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres. La participación proactiva, la socialización del conocimiento y de la praxis profesional, el trabajo coordinado y compartido, con toda la estructura profesional es otro elemento esencial para esta legislatura.
Por último, otro gran reto es situar a esta profesión en defensa de la sostenibilidad del planeta, nuestro compromiso con el cumplimento de la Agenda Global para el Trabajo Social y el Desarrollo Social, es obligado para abordar los aspectos que están provocando los efectos de la despoblación, del cambio climático, de la pobreza y la exclusión social.
Las/os trabajadores sociales como profesionales de referencia del sistema publico de servicios sociales y que intervenimos en otros ámbitos: sanitario, educativo, justicia, vivienda…pedimos a las Administraciones Publicas la financiación, las ratios de profesionales los medios materiales necesarios para poder desarrollar nuestra profesión, que tiene vocación de servicio a la ciudadanía desde el desarrollo de la buena praxis profesional.
Nuevos tiempos, nuevos retos pero siempre teniendo presente que nuestra labor debe centrarse siempre en beneficio de la ciudadanía y de las promoción de las personas.
Nos encontraremos muchos obstáculos que parecen insalvables, decía nuestra precursora Concepción Arenal: “Todas las cosas son imposibles, mientras lo parecen” así que nos toca hacer posible lo imposible.
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