Cuando se cumple un año de las primeras intoxicaciones en el Hospital Universitario de Toledo (HUT), la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) señala que los trabajadores del Laboratorio de Anatomía Patológica “continúan sufriendo problemas de salud” y reclama a la Consejería de Sanidad, Gerencia del Complejo Hospitalario de Toledo, medidas para garantizar la seguridad y salud de los profesionales.
Recuerda el sindicato que fue el 27 de noviembre de 2024 cuando se registraron las primeras intoxicaciones: dos trabajadores tuvieron que recibir atención sanitaria tras estar expuestos a una sustancia no identificada y se llegaron a presentar, en un primer momento, decenas de partes de accidente laboral por afecciones faríngeas, respiratorias, oculares o cutáneas.
Agrega que las intoxicaciones continuaron en diciembre a pesar del uso de equipos de protección individual (EPI) con hasta 34 trabajadores de baja, afectando también a profesionales de los laboratorios adyacentes de Genética, Microbiología, Hematología y Bioquímica, así como de otros servicios como el Banco de Sangre.
En enero de 2025, las mediciones llevadas a cabo por una empresa externa detectaron que se habían superado los valores límites ambientales de exposición a formaldehído y en febrero volvió a producirse “otra intoxicación masiva”.
Pese al cierre temporal de la sala de tallado, la restricción del uso del formaldehído, la aplicación de ventilación y protección química, la revisión de todo el sistema de climatización y el servicio de electromedicina, las mediciones de todas las máquinas y aparatos del Laboratorio y la búsqueda de sustancias químicas volátiles sin que haya habido resultados concluyentes, la sintomatología “persiste sin conocerse cuál es el foco de las intoxicaciones”, apuntan desde el sindicato.
Victoria Gutiérrez, responsable de CSIF Sanidad Toledo, ha recordado que la central sindical ha interpuesto cuatro denuncias ante la Inspección de Trabajo, ha pedido medidas cautelares del cierre del Laboratorio que fueron desestimadas por el Juzgado de lo Penal de Toledo, y ahora la Audiencia Provincial ha admitido a trámite su recurso.
“Entendemos que es necesario depurar responsabilidades y también garantizar la protección de los trabajadores ante posibles secuelas permanentes. Estamos hablando de que es la única manera de que el día de mañana puedan reclamar indemnizaciones y reconocer una enfermedad profesional, ya que se desconoce si pueden aparecer efectos adversos graves e irreversibles por exposición a agentes cancerígenos o mutágenos”, ha añadido.
Al desconocerse el origen del foco de la intoxicación, CSIF ha acudido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para evaluar la posible exposición radiológica en la zona de laboratorios del Hospital, cuyos técnicos llevaron a cabo ayer mismo mediciones y se está a la espera de conocer los resultados.
“Desgaste” y retraso en pruebas diagnósticas
Por su parte, Rosa Salort, delegada de CSIF y trabajadora del Laboratorio de Anatomía Patológica, señala que el “desgaste” del personal es “enorme”: “No es posible trabajar con este nivel de miedo y de angustia sin saber exactamente a qué estamos expuestos”.
Además de los graves problemas para la plantilla, Salort también ha resaltado que hay consecuencias para la ciudadanía, ya que hay “un retraso muy importante” en las pruebas diagnósticas no preferentes: ocho meses en el caso las citologías ginecológicas de cribado para detectar precozmente el cáncer de cuello de útero, seis meses en los diagnósticos de las biopsias (informe anatomopatológico) y dos meses en los análisis de las biopsias.
Como respuesta a esta situación, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha explicado que sigue haciendo mediciones en los laboratorios del Hospital Universitario de Toledo, todas “negativas”, según la portavoz de la Junta, Esther Padilla.
“Desde el principio el Sescam ha tomado todas las medidas preventivas para garantizar que los trabajadores puedan hacer su labor con la seguridad necesaria”, ha reiterado, pero ha añadido que “cada vez son más los actores que entienden que la situación ni mucho menos es tan grave como se apunta porque cuando los resultados son negativos es muy difícil explicar otras cuestiones”.