El dióxido de nitrógeno ha bajado un 33% en el cruce entre las calles Borrell y Tamarit de Barcelona, en la supermanzana de Sant Antoni. También hay un 4% menos de partículas en suspensión (PM10) tras la peatonalización de la zona, según ha explicado el consistorio en un comunicado este sábado.
Por el lugar pasan 6.000 coches menos (una bajada del 82%), y se ha reducido el ruido en 4,1 decibelios menos al día: 5,3 menos por la tarde y 5,4 menos por la noche.
Una fiesta vecinal ha celebrado este sábado el fin de la segunda fase de las obras, que han avanzado en la peatonalización de la zona.