El independentismo se ha ganado en las urnas el derecho a gobernar, a reivindicar un referéndum, a pedir un nuevo encaje de Catalunya en España… A muchas cosas, pero no a declarar unilateralmente la independencia, como pretendía una hoja de ruta que este domingo no se ha cumplido. Si esto era un plebiscito, Artur Mas y Oriol Junqueras lo han perdido. No han conseguido el mínimo exigible del 50% de los votos y en la provincia clave –Barcelona– apenas llegan al 45%.