Solo el 0,91% de las facturas que presentan las empresas de la región son electrónicas

El uso de papel parece seguir muy consolidado en nuestra región, al menos en el ámbito de las facturas emitidas por las empresas. Así lo refleja el “Estudio sobre el uso de Factura Electrónica” realizado por SERES, empresa especialista en el intercambio electrónico seguro de documentos.

Entre sus principales resultados, el análisis sitúa a Castilla-La Mancha en la duodécima posición en emisión de facturas electrónicas, también conocidas como “e-factura”, con un 0,91% del total de los documentos emitidos a lo largo de 2018.

Esta modalidad de gestión fue adoptada por España en el año 2015 y, desde entonces, su uso en la región ha aumentado muy lentamente. Respecto a las facturas recibidas, Castilla-La Mancha se encuentra en la décima posición con el 2,19% en 2018, frente al 1,89% de 2017.

Según Seres, en cuanto al volumen de empresas receptoras, la región es la novena con un 3,74% frente al 3,87% registrado en 2017. Frente a nuestra comunidad destaca Madrid, a la cabeza en el panorama nacional ya que casi el 25% de las empresas emite facturas electrónicas; y el 19% recibe.

Entre la escasez destaca Toledo

La provincia de Toledo se posiciona como referente en este ámbito ya que, en la emisión, realiza el 0,28% del total nacional seguida de Guadalajara (0,27%), Albacete (0,17%), Ciudad Real (0,14%) y Cuenca donde el formato electrónica solo representa el 0,05% de las facturas emitidas.

En volumen de empresas emisoras, las de Toledo representaron el 1,34% del total, seguidas por las de Ciudad Real (1,17%), Cuenca (0,35%), Albacete (0,27%) y Guadalajara (0,21%).

Por su parte, por volumen de factura recibidas, Guadalajara encabeza el ranking con el 1,00% del total nacional, seguida de Toledo (0,73%), Ciudad Real (0,23%), Albacete (0,16%) y Cuenca (0,07%).

Finalmente, por volumen de empresas que recibieron facturas electrónicas, la primera posición corresponde a Toledo con un 1,34 seguida de Ciudad Real (0,78%), Guadalajara (0,64%), Albacete (0,54%) y Cuenca (0,44%).

La factura electrónica ha llegado para quedarse

Desde 2013, España cuenta el sistema de e-factura y, en 2015, el Gobierno decidió implantar su obligatoriedad en la Administración Pública que, desde entonces, deben recibir y procesar de forma electrónica todas las facturas superiores a 5 mil euros.

Según Seres, “la e-factura es una pieza clave de la transformación digital de los negocios y sus efectos positivos empezarán a notarse en el conjunto de la sociedad”.

Entre estos efectos, el Ministerio de Economía recuerda que su uso reduce los tiempos de tramitación y cobro, así como los errores humanos. Además, las facturas electrónicas eliminan los costes de impresión y envío postal y facilitan la lucha contra el fraude.

Ante la reducción de costes, cabe destacar el beneficio al medio ambiente con la disminución del consumo de papel y de su transporte.

Sin embargo, tal y como reconoce el propio Ministerio, la consolidación de estos beneficios solo se conseguirá si la pequeña y mediana empresa (PYMES) apuesta por su implantación. Un “gran reto”, según el Ministerio.